Servicios Sociales tiene previsto empezar a final de año la integración de 53 familias censadas en este poblado
06 may 2010 . Actualizado a las 21:19 h.El Ayuntamiento tiene ya un plan «pensado y diseñado» para la erradicación del poblado chabolista de la conservera Celta, situado junto al puente de A Pasaxe. La concejala de Servicios Sociales, Silvia Longueira, indicó ayer que se trata de un plan específico para este asentamiento y que en el plazo de un año ya se podrá iniciar el proceso para el realojo y la integración social de las familias que allí viven.
Longueira explicó que, según el censo elaborado hace dos años, en la conservera Celta viven 53 unidades familiares y que, durante todo este tiempo y tras constantes revisiones, esta cifra no se ha visto incrementada. En este sentido, negó que se hubieran expulsado familias que ahora estén de vuelta en el asentamiento.
Comentó también que este núcleo chabolista tiene unas connotaciones muy diferentes a las que están presentes en Penamoa. Aseguró que, en primer lugar, las personas que viven junto al puente de A Pasaxe lo hacen en condiciones de pobreza extrema; en segundo lugar, no hay actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas, aunque sí reconoció que se han detectado otras relacionadas con el furtivismo. Precisó, de todas formas, que no todos los que están allí son furtivos, «ya que muchos vienen de otros lados» para faenar en la ría sin la correspondiente licencia.
Silvia Longueira comentó que los técnicos de Servicios Sociales están trabajando desde hace tiempo con las familias y precisó que, para que el proyecto dé buenos resultados, es necesario conocer a todos «con nombres y apellidos, porque sino no tendría sentido». Se trata, según dijo, de un proceso lento y con muchas entrevistas individualizadas, pero que también permite hacer un seguimiento de las familias y diseñar un tratamiento específico para cada una de ellas. «En general sabemos sus nombres y apellidos; en particular, empezamos ahora a conocerlos. Estamos ahora en esa fase», precisó Longueira. La concejala insistió que el proceso de integración de cada familia se diseña «a la carta» y que no puede ser, como se suele decir, «un café para todos...»
Directrices
Los técnicos de la Concejalía de Servicios Sociales han marcado en el plan específico para la conservera Celta, entre otras directrices, intentar impulsar la autonomía personal de los beneficiarios de este proyecto. La concejala insistió en que el objetivo no es simplemente favorecer que las personas que viven en este poblado tengan acceso a una vivienda normalizada, sino también que en un plazo no muy largo tengan recursos económicos y sociales para poder hacer frente a esta nueva situación. Recordó de nuevo que la situación en este poblado es, «afortunadamente», muy diferente a las que los técnicos se encuentran en Penamoa, aunque en otros aspectos plantea una situación de una pobreza más endémica «y también sobre eso se actuará» a través de este plan específico. «No vamos a empezar con ningún tipo de descentralización del territorio si antes no tenemos la condición de que los que salgan sean capaces de afrontar un recibo de la luz. Y esa será siempre la directriz que va a primar», indicó Longueira. Explicó que, por el momento, no se puede hablar de plazos en el proceso de integración social de estas familias chabolistas, aunque avanzó que a final de año, cuando algunas de ellas vayan saliendo del poblado «ya podremos hablar de plazos», informó.
La concejala destacó la «apuesta decidida» del gobierno municipal para que un problema como el chabolismo se solucione a lo largo de este mandato «con el mayor consenso posible» y a pesar de toda la polémica que el proceso ha suscitado. Indicó que con el paso del tiempo se verán estas actuaciones como «una verdadera revolución social, porque cuando estamos inmersos en un proceso de este tipo no somos capaces de apreciarlo». En este sentido, añadió que en el plazo de un año, «cuando estemos ultimando el trabajo de integración con las personas que viven en el poblado de la conservera Celta seamos capaces de valorar todo el erial que es Penamoa y lo que eso ha supuesto para la ciudad».
Silvia Longueira explicó que pocas ciudades con las dimensiones y los recursos que tiene A Coruña han sido capaces de solventar el problema del chabolismo. «Es cierto que ha habido confusión, pero en la mayor parte del proceso predominó la complicidad de gran parte de los vecinos», aseguró. Añadió que todo el trabajo realizado es «motivo de orgullo».