Comenzó su carrera con diseños publicitarios, pero son sus dibujos de mujeres de ensueño los que están presentes en todos los quioscos de España
10 may 2010 . Actualizado a las 15:12 h.Da igual lo que se le proponga, la versatilidad artística de Javier Fernández, más conocido como Pintureiro -o, mejor, simplemente Pintu-, le permite manejarse con idéntica maestría en el diseño publicitario, la caricatura, la ilustración infantil y, sobre todo, la erótica. Son las pin-ups que ha realizado para las portadas de la revista Kiss Comics, las que le han convertido en un referente en lo que a anatomía femenina se refiere, a nivel internacional. Pero Pintu no nació pintando señoritas.
Natural de Madrid, se diplomó en la Escuela Superior de Dibujo Profesional de la capital, donde dio clases durante cuatro años. Su carrera profesional lo llevó en un primer momento al diseño publicitario y la ilustración infantil: «La publicidad es lo que te da de comer, aunque creativamente te sientas más cómodo en otros trabajos», admite. Tanto es así que acaba de terminar el diseño de una «supervaca» para la última campaña de Central Lechera Asturiana.
Pero los suyo son las «señoritas de buen ver», como él las define. El contacto con Kiss Comics surgió el año pasado en el Salón del Cómic de Barcelona, donde precisamente se encuentra este fin de semana: «Voy a consolidar clientes y, en la medida de lo posible, a hacer alguno nuevo», asegura con un portafolios lleno de trabajos suyos en la mano. En la pasada edición no le fue mal, allí conoció a la dibujante viguesa Violeta, con la que está preparando una baraja basada en el Kamasutra que editará Norma «y que esperamos que en un futuro se pueda convertir en libro», añade. Además hizo los contactos pertinentes que le llevaron hasta el mercado americano, donde tiene pendientes de publicación trabajos para editoriales como SQP, especializada en erotismo y fantasía, o IDW, la casa de los tebeos de la saga Star Trek y GI Joe.
En Kiss Comics ha publicado siete portadas consecutivas: «Ya me estoy preparando el calendario. Para cada una tienes que idear algo distinto, relacionado con ese mes. Para junio, por ejemplo, estoy pensando en algo con las hogueras de San Juan», explica.
Estudio Baobab
Comparte lugar de trabajo con otros ilustradores coruñeses en los Mallos. Es el estudio Baobab, un lugar en el que, inevitablemente, a cualquier visitante le sobreviene cierto complejo ante el derroche creativo que inunda cada estancia: «Quedaba una habitación libre y de aquí ya no me echan. Aquí he crecido en un año más que durante el resto de mi carrera», asegura en su estudio, rodeado de discos de Tom Waits y bajo un póster del dibujante Milo Manara: «Este tío, para mi, es Dios», apunta.
El nombre artístico le viene de crío: «Era el típico chaval que se pasaba el día dibujando, y alguien me lo puso. Y menos mal, que podía haber sido 'el gordo gafotas'», bromea. Eso sí, el nombre sufrió una adaptación tras su llegada a Galicia, donde Pinturero pasó a llamarse Pintureiro: «Me he galleguizado hasta el nombre. Es que este es mi lugar. A veces pienso que no se como pude vivir sin Galicia tantos años», sentencia.