Casi un mes después de que se produjese el accidente en la refinería de Repsol en el que murió un trabajador de la subcontrata Tamesur -un segundo operario se halla estable dentro de la gravedad en la unidad de quemados del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña-, la empresa petroquímica acaba de hacer público el informe de la investigación que remitió ayer a Inspección de Traballo. Del escrito se desprende que «la posible quiebra del aislamiento preventivo» provocó que los gases inflamables de la planta de coque entraran en contacto con una chispa procedente de los trabajos de los dos operarios.
En ese sentido, el portavoz del complejo industrial, Ignacio Trapiella, explicó que «lo anómalo no es que existiesen gases inflamables en las cámaras de la planta», al tratarse de una refinería, sino «que esos gases pudiesen entrar en contacto con la fuente de ignición», en este caso, la chispa con la que los operarios estaban realizando trabajos de soldadura.
Para realizar este tipo de labores es necesaria la colocación de unas mantas ignífugas que impidan la entrada de cualquier fuente de ignición en el interior de la cámara. Aunque Trapiella reconoce que las mantas estaban colocadas -y en el informe «no se dice si están bien o mal puestas»- sí explica que «hubo algo que impidió que cumpliesen con su función», provocando la deflagración. Para la comisión investigadora del accidente, «el fallo de las medidas preventivas» fue la causa de que los gases entrasen en contacto con la chispa de la soldadura, aunque se desconoce el motivo por el que se produjo este error en el sistema de seguridad.
Asimismo, Repsol también explica que estas mantas «son parte de las medidas de seguridad del propio trabajo y, por lo tanto, son de la empresa subcontratada».
Una fuga en una válvula
Además de la entrada en contacto de la chispa con los gases de la tubería, el informe recoge que esta circunstancia se vio «favorecida y complementada por la posible fuga de una válvula», aunque se desconoce el motivo último por el que se produjo esta fuga.
También aclara el escrito el lugar donde se encontraban los gases, «en una tubería conectada a la cámara B de la unidad de coque» del complejo industrial coruñés.
Para llegar a esta conclusión, la refinería explica que ese es el «escenario más probable del accidente» y que «no se puede identificar una única causa que por sí sola explique lo ocurrido, ya que se produjeron una serie de hechos que dieron lugar al accidente». En ese sentido, el portavoz del complejo petroquímico matiza que se estudiaron «muchas hipótesis». También la comisión de investigación concluye que todos los trabajos «se planificaron conforme a los procedimientos normativos establecidos, aplicándose las medidas de seguridad y control correspondientes». Además, dice, los trabajadores contaban con la cualificación profesional adecuada.