La dársena exterior multiplicará por cinco la superficie actual dedicada a graneles líquidos.
30 ago 2010 . Actualizado a las 11:19 h.La Autoridad Portuaria proyecta sacar a concurso el año que viene una nueva terminal independiente de productos petrolíferos en Langosteira. Para ello, y de acuerdo con el plan de negocio consensuado con Puertos del Estado, ha comenzado ya a presentar su oferta en ferias del sector e iniciado contactos con grandes operadoras para explorar las expectativas de mercado y sopesar firmas que podrían estar interesadas en aprovechar la estratégica posición del nuevo puerto para crear un punto de almacenamiento y distribución de graneles líquidos en el Atlántico.
La oferta del puerto coruñés incluye en una primera fase una concesión sobre una superficie de 12,4 hectáreas, con cuatro puntos de amarre. Esta nueva terminal independiente para graneles líquidos se instalaría al margen de los espacios reservados para Repsol, que contará en su traslado de la ciudad a la nueva dársena arteixana con más del doble de superficie que en la actualidad, 19 hectáreas frente a las 9 de San Diego, y con otros cuatro puntos de amarre, dos para crudo y dos para refinados.
El proyecto de expansión para incorporar nuevos operadores incluiría, en una segunda fase, otras 16,2 hectáreas de terreno, de modo que Langosteira se convertiría en un puerto hub o punto logístico de distribución. Contaría para ello no solo con las posibilidades de almacenamiento en la propia dársena y herramientas para el procesamiento y tratamiento de las mercancías, de forma que sería posible la realización de mezclas o elaborados, sino también con diversas formas de transporte de los productos, bien a través de su trasvase a barcos de menor tamaño, bien utilizando las conexiones ferroviarias del puerto exterior para su comercialización vía terrestre.
Sin refinería
Este tipo de actividad excluiría la necesidad de contar con una planta o refinería, ya que se trataría solo de una terminal para carga y almacenamiento de mercancías o productos llegados vía marítima y que, si bien podría incluir sistemas para labores de composición de preparados, no requeriría de instalaciones de refinado.
El nuevo operador que finalmente se ubique en el nuevo muelle exterior tendrá derechos para el desarrollo de su actividad en los terrenos objeto de concesión, pero para su instalación deberá asumir y desarrollar el proyecto de infraestructuras necesarias para ello. Es decir, será la empresa finalmente adjudicataria la que levante no solo su propio pantalán, sino la red da canalización y el sistema de almacenamiento o tanques para la mercancía llegada por mar o la elaborada, ya fuese crudo, asfaltos, gasoil o fuel oil.
No será así, sin embargo, para Repsol. La compañía cuenta ya con base en el puerto coruñés, en los muelles urbanos, con concesión en vigor, de modo que en las bases del acuerdo que alcance con la Autoridad Portuaria quedarán determinadas las condiciones para mudarse a Langosteira contando ya con pantalanes y sus 190.000 metros cuadrados, depósitos e infraestructura para el desarrollo de la actividad que ya viene realizando en San Diego.