Asegura que Cultura emitió un informe favorable al añadido de tres pisos
29 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.«Nosotros no somos vigilantes del gusto ni de la estética», apuntaba ayer la concejala de Urbanismo, Obdulia Taboadela, sobre el añadido de tres plantas levantado sobre un edificio del histórico arquitecto municipal Pedro Mariño en la calle Marqués de Amboage. Taboadela apuntó que su departamento cumplió estrictamente en este expediente con las normas recogidas en el plan general del año 98, que es el que está vigente hasta la aprobación del que actualmente se tramita y que permitía actuar sobre edificios con protección ambiental, como es el caso de este inmueble.
En este sentido, la edila de Urbanismo señaló que aunque las normas urbanísticas avalen a los promotores «para eso está Cultura», apuntando que la obra contó con el visto bueno del departamento autonómico, obligado a emitir su informe cuando se rehabilitan edificios catalogados. Taboadela, que evitó valorar el resultado de la obra, solo apuntó que «me congratulo de que el nuevo plan general limite las alturas» en función de las vías en las que se ubiquen, lo que permitirá armonizar los inmuebles .
En este sentido, desde el Ayuntamiento lamentaron ayer que en casos como estos se encuentran con las manos atadas puesto que aunque edificios como este aparezcan catalogados, el plan general permite levantar más alturas y modificar aspectos clave de los inmuebles. En este sentido, el nuevo plan endurece los criterios de protección. De hecho, de las cinco categorías existentes ahora se pasará a cuatro. Las más elevada son la protección monumental e integral, que no permiten tocar ninguno de los elementos del inmueble. Les sigue la protección estructural y, como el último escalón, está la ambiental, que es la que rige en el edificio de Mariño y que contaba con dos grados de aplicación. Ahora tendrá uno solo puesto que el segundo «dada su permisividad no suponía la conservación de los elementos protegidos», según reza la memoria del proyecto de revisión del PGOM. La protección ambiental solo obliga a conservar íntegra la fachada, pero es más laxo en cuanto a elementos añadidos, como los tres pisos levantados en Marqués de Amboage.
Renuncia del arquitecto
La licencia para rehabilitar el inmueble diseñado por Pedro Mariño fue concedida por el departamento de Urbanismo en el 2006 y estaba firmada por los arquitectos Fernández Madrid e Iglesias Pereira, que entre diciembre del 2009 y enero del 2010 acabarían renunciando a la dirección de obra.
«Nosotros no somos vigilantes del buen gusto ni de la estética, para esto está Cultura»
Obdulia Taboadela