«El 380 que va de Dubái a Nueva York a veces se ve desde aquí, depende de la ruta que lleve», sostiene Eduardo Quintela. Y es que este tipo de avión solo lo pueden fotografiar en lugares como el aeropuerto de Heathrow. Pedreira explica que hay gente que se va un fin de semana a Londres «sin salir del aeropuerto». Hace unas semanas alguno de estos aficionados participaron en unas jornadas de puertas abiertas que tuvieron lugar en Albacete. La próxima cita la tienen en Barcelona, donde, con la disculpa de un encuentro gastronómico, irán también a cazar aviones.
Este grupo insiste en que, aunque su base está en A Coruña, les interesa «cualquier aeropuerto del mundo, aunque especialmente los míticos de Madrid, Barcelona, Heathrow, Ámsterdam y Ginebra». Las razones son «el tráfico y el movimiento que tienen», y aspectos como que a los aeropuertos de Ámsterdam y Londres «vienen todos los árabes y los de India». En el londinense «tienes que ir con una óptica corta porque sino no entra el avión en la imagen porque te pasan muy cerca», relatan.
De todos modos, están atentos porque «cuando hay competición hípica en Casas Novas suelen venir aviones privados y a veces nos apostamos ahí». El monte Costa es uno de los mejores enclaves para estos aficionados, en el caso de Alvedro, «aunque para hacer un panzazo te puedes poner donde está instalado el ILS».
Internet es el medio habitual de comunicación de estos aficionados y también su escaparate. Ellos envían sus imágenes a las páginas de referencia pero «los responsables de esas páginas son los que deciden si las cuelgan o no». Esto genera a veces pequeños enfados al no entender por qué determinada fotografía no tiene cabida. Es lo que llaman algo así como el lado oscuro. De todos modos, «cada uno de nosotros vamos por libre» y tienen sus propias colecciones de imágenes. Reconocen que en ocasiones es la suerte la que les permite captar llamativas fotos: «Maquieira cogió los phanton del Ejército cuando estuvieron en Alvedro; subió y se los encontró allí», relata Pedreira. Todos ellos destacan su pasión por los aviones, si bien sostienen que este mismo fenómeno se da en otros campos: «Hay gente que tiene fotos de barcos, otros de trenes, o de coches».