Familias de una treintena de internos de Esvida volvieron ayer a reunirse para analizar la situación y estudiar medidas. Los portavoces trasladaron lo comunicado por la concejala de Servicios Sociales en el encuentro celebrado por la mañana, en el que se comprometió a agilizar la tramitación de los expedientes de dependencia para quienes lo soliciten, así como a tratar de organizar una reunión con la propietaria, Banif, la Xunta y Sanyres como gestora.
La posibilidad de un realojo alternativo en una residencia autonómica en Eirís propició cierta confusión, ya que la administración está a punto de rematar las obras de un centro, pero de día. También se aseguró que el decreto 143/2007 establece que el plazo que tendría la Xunta para autorizar el cierre de Esvida es de seis meses, aunque la Consellería de Benestar volvió a insistir ayer en que se trata de tres meses, si bien se podrían prorrogar por un tiempo indeterminado si Sanyres no cumple los requisitos establecidos por la legislación en cuanto a la reubicación «en condiciones similares» de los internos.
Precisamente ayer la Xunta recibió la solicitud de cese de actividad de la gestora, por lo que comenzarían a contar los tres meses iniciales para la clausura. No obstante, las familias, que programan una xuntanza-protesta con sus mayores para mañana (18 horas), subrayaron que ninguno de ellos ha recibido notificación oficial del cierre. Con el objetivo de evitar que Esvida eche el candado, acordaron solicitar a la Xunta que comunique oficialmente a los residentes y sus familias la situación y el estado de las negociaciones con todas las partes como una muestra de compromiso firme.