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La secretaria de Cambre dice que la funcionaria que la denunció trabajaba mal

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

CAMBRE

La interventora negó que tratara mal a la empleada municipal, de quien puso en duda su profesionalidad

06 may 2011 . Actualizado a las 12:04 h.

Todos reconocen en el Concello de Cambre que la funcionaria María Luisa Souza desempeñaba sus funciones en el departamento de contabilidad, pero lo hacía desde una estancia en la planta baja del consistorio, no en aquel departamento. Eso no significa, para la interventora, que la trabajadora fuese maltratada o despreciada en el trabajo. Ni siquiera, según declaró ayer ante el juez, criticó ni pública ni privadamente la labor de la mujer que la denunció a pesar de que no era buena profesional. A su juicio, «no elaboraba satisfactoriamente los trabajos que se le encomendaban».

Tampoco la secretaria del Concello emitió crítica alguna hacia la gestión de la funcionaria; si bien puso en duda en su declaración judicial que estuviese preparada para el puesto que le encomendó el ex teniente de alcalde Varela Tejedor.

Así las cosas, tanto la secretaria como la interventora del Ayuntamiento de Cambre negaron las imputaciones que vertió hacia ellas María Luisa Souza, a las que acusó de acosarla laboralmente, limitándole el material de trabajo y obligándola, según denunció, a trabajar en una oficina apartada, recibiendo un constante trato vejatorio.

De todo eso, nada de dada. Eso es lo que mantienen las denunciadas. Tanto una como otra, a preguntas de su abogado, José Luis Aranguren, admitieron que la denunciante realizó informes que contenían descalificaciones profesionales hacia ellas. También reconocieron que solo se comunicaban con esa funcionaria de forma escrita, después de que hubiese un problema con ella, para que queda constancia de todo cuanto se le pedía.

Ya el miércoles, una funcionaria del concello testificó en el Juzgado de Primera Instancia número 1 negó tener conocimiento de que la denunciante sufriese ningún tipo de acoso y la acusó de usar un tono «vejatorio» hacia sus compañeros y de realizar «a propósito» de forma «deficiente» algunas tareas encomendadas. Tejedor, en cambio, defendió que la denunciante es «una buena profesional» y que estaba «satisfecho» con su trabajo, aun teniendo en cuenta las dificultades.