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El futuro de la Torre pasa por la creación de un órgano gestor propio

ángel varela A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Tras dos años de ser patrimonio de la humanidad sigue sin presupuesto autónomo

26 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La torre de Hércules cumple mañana dos años como monumento patrimonio de la humanidad. Desde que hace 24 meses la Unesco concediese el título al emblema de la ciudad, una comisión de seguimiento se encarga de velar por el cumplimiento de las condiciones que impone el organismo internacional. Esta grupo alerta en su último informe sobre la necesidad de que la Torre tenga en el futuro próximo un órgano gestor propio con un presupuesto autónomo aparejado. Los responsables de su control son los representantes del Ayuntamiento, Autoridad Portuaria, ministerio y consellería de Cultura y Demarcación de Costas.

En su último estudio, elaborado este mes, esta comisión recibió la respuesta positiva de la Unesco sobre el grado de ejecución de las recomendaciones realizadas por el organismo internacional para la conservación del monumento, en las que se han invertido desde el 2009 más de 3 millones de euros, y que supusieron la construcción de un centro provisional de recepción de visitantes, la musealización de las cámaras interiores y la mejora de la zona de excavación, la creación de una escuela obradoiro en el contorno de la Torre, la elaboración de un plan director y de un proyecto de restauración, y las diversas obras de mantenimiento y conservación.

También recordaba la Unesco la necesidad de realizar un control sobre las actuaciones urbanísticas para evitar agresiones paisajísticas y medioambientales. En este punto aparece una de las grandes polémicas del año entre los partidos con representación en María Pita: la urbanización del Agra de San Amaro, muy próxima al monumento. El alcalde, Carlos Negreira, parece haber cerrado la posibilidad de que se plasme el proyecto de construir más de trescientas viviendas que, a través de nueve licencias urbanísticas, se beneficiaban de la calificación de urbanizable que aparecía en el plan general de 1998.

«No permitiré mamotretos»

«No permitiré que construyan mamotretos alrededor de la Torre». Con esta promesa, Negreira parece cerrar la posibilidad de una urbanización que ya había sido prohibida en enero pasado por la Xunta, que seguía las directrices de un informe de la dirección xeral de Patrimonio. Esta semana los promotores del proyecto realizaban un último intento de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para darle uso a los terrenos.

José Ramón Fernández Regueiro, presidente de la junta de compensación del Agra de San Amaro, explicó que han trabajado en un proyecto alternativo que quieren presentar al alcalde con el objetivo de demostrar que su realización no perjudicaría la visibilidad del monumento. La idea pasaría por limitar al altura de los edificios aprovechando la pendiente de los terrenos, lo que, según los propietarios de las parcelas, evitaría la agresión paisajística a la Torre.

El concejal de Urbanismo, Martín Fernández, mostró su disposición al diálogo, pero recordando que «hay un informe de Patrimonio que hay que cumplir, como hay que garantizar la preservación de un bien histórico como la Torre; con esas premisas estamos dispuestos a hablar de lo que haga falta».

Por su parte, el PSOE explicó a través de su portavoz Mar Barcón que las posibles indemnizaciones a los promotores que se deriven de la recalificación de los terrenos del Agra de San Amaro «debe asumirlas la Xunta y no el ayuntamiento, ya que fue la consellería de Cultura quien tomó la decisión última» de prohibir la construcción en esa zona.

La Torre encara así una nueva etapa en la que, además de autonomía presupuestaria para no depender de las aportaciones externas, estará más protegida urbanísticamente.