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«Reescribí mi novela tras unos consejos de Torrente Ballester»

ángel varela A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El prestigioso arquitecto llegó a ser finalista del premio Planeta en 1993

11 jul 2011 . Actualizado a las 11:34 h.

Los títulos de la bibliografía firmada por Arturo Franco Taboada son tan diferentes que se podrían tomar por obras de autores diferentes. Con su firma se pueden encontrar desde volúmenes de corte técnico como El hábitat de Galicia: Un caso paradigmático hasta novelas como El legado del obispo Nigromante, pasando por historiografías como Los orígenes de Compostela. Una historia dibujada. Piensa que el arquitecto debe ser un profesional de corte humanista interesado por todo lo que rodea. Franco Taboada predica con el ejemplo.

-Consiguió ser finalista nada menos que del premio Planeta con «El legado del obispo Nigromante» en 1993.

-Fue el año que ganó Vargas Llosa con Lituma en los Andes. Tenía escrita la novela desde 1989. Finalmente la publiqué en 2002 después de ganar con ella el premio Fernando Arenas. Además tuve la suerte de que me la leyese Torrente Ballester. Me había hecho el prólogo del libro Los orígenes de Compostela e hicimos amistad. De hecho venía a mi casa cuando estaba en La Coruña.

-Pues creo que no era una persona que fuese blando en sus opiniones literarias.

-Me hizo unos comentarios muy reveladores. Se la leyó su mujer Fernanda, porque él en aquella época ya no veía muy bien. Y es cierto que no tenía pelos en la lengua. Pero era un hombre muy correcto, y conservo la carta que me escribió sobre el libro. En su análisis de la novela me llamaba la atención sobre el abuso que hacía de los términos arquitectónicos y me decía que no olvidase que era gallego a la hora de trabajar la musicalidad del idioma.

-¿Reescribió la novela tras los consejos de Torrente?

-Sí, totalmente. Me ayudaron mucho sus consejos. Me quedé muy contento de no haberla llegado a publicar en un primer momento.

-Tiene otras dos novelas sin publicar.

-Y todas son proyectos de investigación. El legado del obispo Nigromante era sobre el tema de la construcción de la catedral de Santiago, pero tengo otra sobre el colonialismo en el Caribe, y para ella me he leído las crónicas de Indias, y autores como Fernández de Oviedo o a conquistadores como Cabeza de Vaca.

-¿Ha sentido que le considerasen un intruso en el mundo literario debido a su condición de arquitecto?

-Hace años que aprendí la frase «ladran luego cabalgamos». No voy a ser tan cínico de decir que no me importaría tener éxito en la literatura, pero sí que escribes por otras razones.