Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

El milagro de «Orejitas»

Pablo Portabales
Pablo Portabales A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Una vecina de la Ciudad Vieja guarda en su vivienda el muñeco que perdió la pequeña Inés hace dos semanas

23 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Apareció. «Es él, no hay duda», aseguran Isaac y Eva, los padres de Inés, la niña de dos años y medio propietaria de Orejitas. La imagen del muñeco les llegó vía Internet porque la familia sigue hasta hoy de vacaciones en Tenerife. La foto se la envió una vecina de la Ciudad Vieja que prefiere mantenerse en el anonimato. La chica les dijo a Isaac y Eva que no recuerda el día exacto en que se encontró la mascota tirada en el suelo delante del colegio Montel Touzet. «Sospechamos que tuvo que ser el mismo sábado día 9 poco después de que se cayese del carrito de Inés», apuntan los progenitores. La vecina pensó en dejarlo allí, en algún sitio donde alguien que lo buscase pudiese verlo, pero creyó que nadie volvería a por él y se lo llevó a su casa.

Lo curioso es que la persona que encontró a Orejitas dice que leyó la historia en La Voz pero que no cayó en la cuenta de que pudiera ser el mismo muñeco que ella guardaba en su dormitorio porque, comenta, no le parecía por la foto que se publicó en el periódico. El golpe de fortuna para la pequeña Inés llegó gracias a la feria medieval que desde el miércoles se desarrolla en la Ciudad Vieja. Esta mujer fue a dar una vuelta por el barrio y se fijó en uno de los carteles que los padres diseñaron y pegaron por toda la zona con el objetivo de encontrar el juguete favorito de su hija. Fue entonces cuando reparó en que Orejitas y el peluche que hace dos semanas había encontrado tirado en la calle eran el mismo muñeco.

«Nos llevamos una gran alegría y estamos deseando llegar a A Coruña. Lo que sucede es que ahora tenemos dos porque compramos uno igual por Internet. Como es famoso, ya tiene un doble que utilizaremos para llevar de paseo y el auténtico Orejitas que se quedará en casa. A ver cómo se lo contamos a la niña», comenta Eva sonriente desde la isla canaria en la que, en lugar de descansar, se dedicó toda la semana a atender a la infinidad de medios de comunicación de toda España que se interesaron por el asunto. Una historia con final feliz. Es el milagro de Orejitas.