Flores alerta de que existen cinco puntos con alto riesgo de descarrilamiento
10 nov 2011 . Actualizado a las 13:14 h.«No contemplamos la supresión definitiva del tranvía». Con esa frase despejó Julio Flores, teniente de alcalde de Movilidad y Seguridad, las dudas suscitadas por las conclusiones de las dos consultoras que analizaron el estado de las vías tras el descarrilamiento del pasado 2 de julio. Un análisis que, según Flores, «ha confirmado la gravedad de las deficiencias en todo el trazado, por una incorrecta ejecución y porque no se contrató el mantenimiento de la vía desde 1996».
En total, los estudios de Sener y Comsa han detectado hasta cinco puntos con elevado riesgo de descarrilamiento: los viaductos del Oceanográfico y del Club del Mar, la glorieta de la avenida de Navarra, la fuente de los Surfistas y el apeadero de Hacienda. Tras una medición de los diferentes parámetros de la vía, el último informe advierte al gobierno de «no utilizar bajo ningún concepto el tramo entre Puerta Real y la Torre salvo que se levante en su totalidad y se sustituyan las vías».
Entiende el edil de Seguridad que estas deficiencias «podrían haber causado una desgracia». Unas deficiencias que, señaló Flores, conocía el anterior gobierno local. El edil subrayó que, desde el 2003, los responsables de la Compañía de Tranvías reportaron hasta en 23 ocasiones incidencias en el funcionamiento del tranvía, pero que el anterior gobierno «no movió ni un dedo para solucionarlas, lo que puso en grave peligro a los peatones y a los conductores de vehículos que circulaban en paralelo al trazado y, sobre todo, a los 1.212.871 pasajeros que utilizaron el tranvía desde el 2003».
El edil denunció que, pese a que llegó a encargar un estudio para reparar el apeadero de Hacienda en el 2007, el anterior gobierno nunca llegó a aplicarlo.
Por este motivo, Flores reclamó la dimisión de los responsables de Movilidad con el bipartito, por entender que «han mentido de forma descarada» al negar que tuvieran constancia de estas deficiencias. «Han puesto en peligro a los usuarios y no deberían dedicarse ni un minuto más a la política porque su actuación los descalifica para ejercer cualquier responsabilidad pública», zanjó.
Reponer las vías
Una vez realizado el análisis del trazado, la incógnita ahora es cuándo se repararán los 830 metros que no reúnen condiciones de seguridad y necesitan intervención inmediata. Flores evitó concretar la decisión hasta la presentación del presupuesto municipal, aunque avanzó que el elevado coste de la reparación integral del trazado, que cifra en dos millones de euros, obligará a afrontarla en varias fases, priorizando el tramo entre la Torre y las Esclavas, que solo necesita 800.000 euros. El elevado coste de la reparación de las vías entre la Torre y Puerta Real hace que sea «muy difícil de solucionar a corto plazo», ya que habría que levantarlo entero y volver a colocar las vías.
El edil entiende que una apertura parcial de la infraestructura antes del próximo verano no afectaría a su atractivo turístico y subrayó que lo importante es «ver los pasos que vamos a seguir para hacer viable el tranvía para que no tenga pérdidas de explotación». Una estrategia en la que, avanzó, «intervendrá más de una concejalía».
Flores reconoció que en la decisión final pesará también el futuro trazado del metro ligero, que prevé utilizar el recorrido actual del tranvía, lo que, si la Xunta mantiene la previsión inicial, obligaría al gobierno local a recuperar las vías entre Puerta Real y la Torre.
«El anterior gobierno conocía las deficiencias desde el 2003 y no movió ni un dedo»
Julio Flores