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Un equipo gallego descubre un tramo de la vía Nova en Portugal

Jesús Manuel García

CULTURA

25 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La vía Nova, que unía Braga con Astorga, sigue siendo fuente de sorpresas. El equipo que desde Galicia investiga esta ruta romana a su paso por la Baixa Limia y el parque del Xurés, capitaneado por Manuel Xusto Rodríguez, acaba de descubrir el trazado original de esta vía XVIII en el punto fronterizo de Portela de Home, en el lado portugués. Reconstruido el trazado a lo largo de 11 kilómetros en el municipio ourensano de Lobios, sorprendiendo al mundo científico con el descubrimiento de un tramo a una cota más alta en Corga da Fecha, de la que hasta ahora daban otros investigadores, a Xusto y al geólogo José Ramón Seara les sorprendía que esta vía no tuviese un trazado lógico a su paso por el puesto fronterizo.

Los arqueólogos del equipo luso dicen que la vía Nova alcanza la frontera entre los dos países en un tramo recto de más de un kilómetro. Cuando el visitante llega a Portela de Home y entra en Portugal, puede ver que le indican que la Geira o vía Nova discurre por un camino que al equipo gallego dio que desconfiar. Se trata de un sendero recto entre el edificio de la aduana portuguesa y la casa de los guardias. Es un camino en pendiente pronunciada, al menos de un 10%, algo impensable en la vía Nova. Se supone que los guardias lusos se movían por ese pasillo recto a pie o a caballo y por eso crearon con el tiempo un sendero que no es vía romana.

El equipo de Manuel Xusto, al ver que el trazado aportado por los colegas portugueses no tiene lógica, pateó la zona hasta encontrar evidencias auténticas del trazado romano. Horas y días de pateo y análisis del entorno dieron su fruto. La vía Nova está allí, pero nadie  la ha visto hasta ahora, optando por denominar como tal vía un simple camino.

Pendiente suave

«A raíz do estudo xeolóxico que fixemos da vía no 2004 vimos en Portela de Homen que a vía non pasaba por camiños de cabalos. A vía deseñouse para circulación de carros, por iso ten unha pendente suave do 6%. Co gallo de facer a planimetría exacta desta ruta, pateamos nesa zona lusa os puntos máis problemáticos e atopamos a plataforma do tramo que non se cita polos colegas portugueses» señala Manuel Xusto, quien hizo público este descubrimiento en el simposio que sobre el paisaje cultural se ha celebrado en Betanzos.

Entre el camino que antaño usaron los guardias portugueses de la frontera y el vial que nos permite descender por el parque del Gêres hacia Caldas do Gêres, se halla escondida la vía Nova, entre rocas desprendidas y una espléndida vegetación. Se adivina la plataforma, con sus seis metros de anchura, el muro de contención o lo que de él queda, y el desarrollo del tramo que es el siguiente: la vía romana desciende desde la frontera justo bajo la actual carretera a lo largo de 180 metros. Es de notar la poca pendiente viaria en esa zona.

Llega un punto en el que la carretera continúa descendiendo con más pendiente y la ruta romana se desvía a la derecha, describiendo una curva cerrada tras la que continúa un tramo recto que vuelve en dirección a la frontera para, con otra curva a la izquierda, seguir descendiendo el valle. Se trataba de ampliar el recorrido para evitar grandes pendientes. El tramo descubierto mide 330 metros de longitud.

La sorpresa viene al poder contemplar ese tramo hasta ahora inédito y ver cómo coincide con el resto del trazado y con las coordenadas. «Vese que coinciden a rasante, o trazado, a amplitude, a secuencia histórica da vía porque aínda que nos chega en ruína, conserva a plataforma», señala Xusto Rodríguez.