Si las evidencias sirviesen como pruebas objetivas pocos se atreverían a pronosticar que Ronaldinho será titular en el clásico de mañana (19 horas). Un día después del ensayo que colocó al brasileño y a Deco entre los suplentes, Frank Rijkaard mantuvo ayer un aparte con la anterior estrella del equipo para darle un toque de atención sobre su apática sesión de entrenamiento.
Está claro que el técnico holandés ha cambiado su forma de actuar con Ronaldinho. Ya no le pasa ni una. Harto de tanta indolencia, ahora opta por apretar al brasileño para provocar una reacción con la que sueña el propio Rijkaard y toda la masa social azulgrana.
Una prueba transparente de este cambio de actitud se produjo durante el último entrenamiento. Rijkaard, como todos los presentes, comprobó como Ronaldinho adoptaba una actitud demasiado alegre y distraída. Alguna floritura técnica, muchas risas con los compañeros y poca capacidad de sacrificio. Antes de que el brasileño enfilase el camino hacia los vestuarios, el técnico azulgrana mantuvo una breve conversación con su jugador para exigirle una mayor actitud de cara al partido contra el Real Madrid.
Una hipotética suplencia ante el conjunto madridista incrementaría las dudas que existen sobre el futuro de Ronaldinho en las filas del Barcelona. No será hasta hoy cuando Rijkaard comparezca ante los medios de comunicación aunque, teniendo en cuenta su historial, parece poco factible que desvele si el brasileño será titular.
El holandés se ha tomado el pulso contra el Real Madrid como una auténtica final teniendo en cuenta que ha desmontado la planificación previa de los azulgrana cuando disputan un partido liguero en el Camp Nou. El equipo se entrenará la tarde del sábado, normalmente lo hace por la mañana, y después se concentrará.