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Pontevedra da otro impulso para crear un circuito de velocidad

DEPORTES

15 may 2008 . Actualizado a las 13:23 h.

El presidente de la Diputación de Pontevedra, el popular Rafael Louzán, pisó ayer el acelerador para conseguir un circuito gallego de velocidad, una carrera en la que, por ahora, únicamente participan los alcaldes del PP de su demarcación. Pero ayer sumó a su equipo a un campeón. Jorge Martínez Aspar respaldó públicamente en Vigo la iniciativa. El ex campeón del mundo y uno de los responsables de la empresa que gestiona el circuito valenciano de Cheste manifestó que va a implicarse «al cien por cien para que este proyecto se convierta en realidad».

Por ahora lo único que existe es un anteproyecto presentado justo antes de las elecciones generales. Las instalaciones ocuparían una superficie de ochenta hectáreas entre Pazos de Borbén y Mondariz, dos municipios de la provincia de Pontevedra gobernados por el Partido Popular. La mayor parte de los terrenos, 70 hectáreas, estarían ubicadas en Pazos. El suelo pertenece actualmente a las comunidades de montes de Xunqueiras (Pazos de Borbén) y Toutón (Mondariz). Según Louzán, estas agrupaciones de comuneros «están dispuestas» a ceder los terrenos.

No hay dinero

Falta un estudio serio de viabilidad económica y financiadores dispuestos a acometer el proyecto. Tampoco hay fechas para estrenar el asfalto. Un circuito es caro. Mantener Cheste cuesta 30 millones de euros al año. Claro que organiza grandes premios con motos GP y el mantenimiento del circuito gallego sería más modesto y por tanto «más barato». Para sufragar la pista, Louzán confía en la subvención europea, en la implicación de la Xunta y en la del grupo PSA. Para convencer a la multinacional automovilística se esgrime que utilizarían la instalaciones para probar preseries de fabricación y chequear avances técnicos. Además, el circuito serviría para cursos de seguridad vial y escuela de conductores.

Jacobo Moreira, de la consultora Idom, explicó que el circuito costará en total 54 millones de euros, en los que está incluido el coste de las instalaciones que tendría en el complejo el Centro Tecnológico de la Automoción, actualmente ubicado exclusivamente en O Porriño.

En el anteproyecto se baraja una longitud mínima de dos kilómetros y una máxima de diez. La Diputación estima que lo más probable es que tenga 3,5 kilómetros de largo y entre 12 y 14 metros de ancho. Louzán insistió ayer en que «Galicia necesita un circuito de velocidad» y que el lugar elegido es el idóneo por su cercanía a Portugal y a Citroën, que se ahorraría tener que desplazarse a Braga para probar sus nuevos vehículos.