Sin rebeldía ni palabras gruesas. Pablo Álvarez no quiere volver a jugar con la camiseta blanquiazul después de su cesión de cinco meses en Santander. «Me queda un año de contrato con el Deportivo, pero yo quiero seguir en el Racing», afirmó ayer el jugador, nacido hace 28 años en Oviedo pero criado en Lugo.
El futbolista llegó en el verano del 2006 al Deportivo, en plena recuperación de la rotura de tibia y peroné que sufrió en uno de sus últimos partidos con el Sporting de Gijón. Apenas jugó siete partidos de Liga a las órdenes de Caparrós, pero la marcha del técnico andaluz tampoco le abrió las puertas del equipo.
Hasta su marcha en el pasado mercado invernal, Pablo Álvarez solo disputó un partido de Liga a las órdenes de Miguel Ángel Lotina. Fue en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla, donde disputó doce minutos en sustitución de Verdú. Era la séptima jornada y los blanquiazules derrotaron por 0-1 al Sevilla.
Curiosamente, el entrenador vasco se deshizo en elogios hacia su jugador durante la última pretemporada, cuando llegó a decir que era uno de los componentes de la plantilla que más gratamente le había sorprendido. Sin embargo, el asturiano desapareció paulatinamente de las convocatorias. Lotina llegó a acusarlo entonces de solo ofrecer el rendimiento deseado cuando entra como revulsivo. «Lo que quiero es que juegue igual cuando sale desde el principio», dijo. Solo que nunca le dio esa oportunidad en un partido oficial.
Sin confianza
«Mi problema con el Deportivo es un tema personal. Yo siempre puse muchísimas ganas e ilusión, pero no me fueron bien las cosas. Apenas jugué porque los entrenadores siempre confiaron en otros», afirma el extremo, quien eludió dirigir sus quejas a Lotina. «No es una cuestión del entrenador, sino que yo estoy muy a gusto en Santander, ellos se arriesgaron cogiéndome después de mucho tiempo sin apenas jugar, les estoy muy agradecido y por qué no seguir», se pregunta.
A las órdenes de Marcelino García, el futbolista disputó 19 partidos de Liga (diez como titular). Además, marcó un gol en su segundo partido como racinguista, contra el Osasuna en el Reyno de Navarra.
Pablo Álvarez considera que no debería convertirse en un problema su definitiva marcha de A Coruña. «Yo siempre he sido positivo, nunca he dado el más mínimo problema, llegué gratis, no tuve oportunidades, he jugado cedido unos meses y no creo que ahora sea un contratiempo que me quiera ir», explica el jugador, quien desea solucionar su situación antes del inicio de la pretemporada. «Sería mejor para todos, porque el Dépor puede planificar su plantilla y yo me incorporaría desde el principio a donde quiero estar, que es el Racing», agrega.
Pese a que tiene muy claras sus intenciones y desea jugar en el Racing de Santander la próxima temporada, el jugador reconoce que la última palabra «será del Deportivo». «Sí que pienso en que quizá tenga que regresar a A Coruña, porque tengo contrato en vigor», apunta Pablo Álvarez.