La eliminación del Pontevedra en la primera eliminatoria de la Copa del Rey dejó helados a los aficionados granates. Pese a las advertencias de Rafa Sáez, nadie quería creer que el histórico Oviedo venido a menos fuera capaz de dejar en la cuneta a los Yuri, Charles, Xavi Moré, Vázquez, Basualdo o Dul. Sin embargo, nadie se había percatado de antemano que el duelo iba a ser dirigido por el colegiado cántabro Francisco Manuel Arias López.
De ser así, hasta al más optimista de los seguidores se le metería el miedo en el cuerpo porque este árbitro se ha convertido en la verdadera bestia negra del Pontevedra en los dos últimos años. Sus polémicas decisiones han causado varios disgustos a un equipo que aún no ha sido capaz de ganar un solo partido con él sobre el terreno de juego.
El duelo con Real Oviedo estaba bastante encauzado hasta que el polémico Arias López entró en acción. En esta ocasión tardó 49 minutos en echar tierra encima de las ilusiones del Pontevedra. En ese instante, el asturiano Villanueva estrelló un balón contra las manos de Dul, que intentaba protegerse del pelotazo. Lo más lógico es que el trencilla mandara seguir el juego, pero ante la sorpresa de muchos señaló el punto fatídico. El periodista asturiano que se encargó de escribir la crónica para este diario lo calificó como de «penalti dudoso». Eso lo dice todo.
Esa jugada cambió el devenir de los acontecimientos porque el Pontevedra tuvo que cambiar de estrategia y lanzarse en busca de la portería contraria con más prisa de la necesaria con la creación de los peligrosos espacios en defensa. Con la eliminatoria perdida, el Pontevedra se jugó la clasificación a un caro o cruz. La remontada no fue posible y Basualdo en propia puerta acabó por decidir la suerte del encuentro.
Lo curioso es que por vez primera en la nefasta relación del Pontevedra con este árbitro no se puede destacar su actuación por las cartulinas mostradas a los futbolistas granates. Es más, solo enseñó tarjetas a Álex, Hedrera, Lasarte y Mario, todos jugadores del Real Oviedo. Bueno... eso ya es un avance. A ver cuanto tiempo habrá que esperar para ver ganar al Pontevedra con él como director de orquesta. Sin duda alguna, esa circunstancia se presenta como otro interesante reto para la presente temporada.