«Ya llegará el tiempo para apretar». Ezequiel Mosquera templa a Iván Raña en el entrenamiento del pasado sábado. «Fuimos tranquilamente Ezequiel, Alex Marque y yo», comenta el triatleta reconvertido a ciclista profesional en el Xacobeo Galicia.
Iván Raña sabe que su reto es no ser devorado por su propio ímpetu. «En triatlón te machacas mucho en los entrenamientos, tienes que rendir en un único día de competición, pero en el ciclismo es distinto. Hay que trabajar de otra forma, aprender a rodarse también en las pruebas», señala. ¿Sabrá dosificarse? «Seguro que sí», responde.
El ordense es consciente de que debe despedirse de las grandes machadas. Juan Mourón, ciclista del Xacobeo, recuerda una perfectamente. «Sí, aquel Campeonato Gallego de élite y sub 23 en Ribeira. Allí ganó Luis Fernández Oliveira. Llegaron tres élites escapados y luego acabamos los sub-23. Raña llegó con nosotros», explica. «Él venía de nadar por la mañana. Después disputó la prueba y acabó en el grupo de los buenos. Al terminar la prueba ciclista se fue a correr a pie. Yo pensaba: ''¡Mi madre!», relata. «¡Sí! Yo también me acuerdo -señala Raña-, fue cierto. Nadé una hora y media. Calenté en bici 20 kilómetros, completé la prueba e hice 10 más. Después me fui a correr. Sufría a tope. Me daban calambrazos en las piernas. Tardé cinco días en recuperarme. Y a la semana siguiente gané el Europeo. Antes hacía machadas de ese tipo».
Pero Raña promete contención. «Ya me dijo Joan Llaneras que no hiciera el animal, que no me metiera kilometradas a tope para poder llegar bien a las carreras», indica el triatleta.
Gonzalo Rabuñal también guarda en la memoria un Raña fuerte y motivado en el pelotón amateur gallego. «Corrí con él alguna carrera de aficionados. En mi segundo año de aficionado coincidí bastante con él y a principios de temporada estaba siempre entre los diez o quince primeros. En esa época corríamos Mourón, Leboso, Oliveira... Había un buen nivel en el ciclismo gallego amateur », asegura el arteixán. «Iván tiene motor y el triatlón es un deporte tan duro como el ciclismo o más. Puede irle bien», añade.
Mourón recuerda que el ciclismo profesional «es otro mundo», pero agrega que «Raña está acostumbrado a grandes cargas de entrenamiento». Porque sigue recordando el Iván del ciclismo aficionado. El de las machadas.