José Bouso, presidente de la entidad, jamás dio de baja a Carlos Mouriz en la cúpula de los rojiblancos
14 ene 2009 . Actualizado a las 11:10 h.José Bouso y Olga Matalobos, acompañados por Carlos Mouriz, se han quedado como los tres únicos integrantes de la directiva del Club Deportivo Lugo. La cúpula rojiblanca, que contaba con once efectivos el pasado verano, se ha reducido drásticamente durante los dos últimos meses. César Porto y Jacobo Vázquez, ambos por motivos profesionales y personales, fueron los primeros en abandonar la nave. Después, el goteo de marchas se aceleró hasta dejar a la entidad en un punto complicado, ya que en la actualidad no cuenta, presumiblemente, con los cinco miembros directivos exigidos por la Dirección Xeral para o Deporte y la Federación Gallega de Fútbol.
El tercer integrante que, supuestamente, abandonó la cúpula del Lugo fue Carlos Mouriz. Sus maniobras para fletar autobuses de cara a unas elecciones federativas que no incumbían al club, de las que no informó, y su supuesto proceder oscurantista e interesado llevaron a que varios miembros solicitasen la baja de aquel en la directiva. El director deportivo, una vez que se consumó su desplazamiento del órgano rector, trató de ocultar este hecho de inmediato, al igual que ha hecho con los emolumentos que percibe de la entidad, afirmando que la decisión le correspondía a él, porque prefería «centrarse en sus funciones».
Descontrol
La llama prendió definitivamente en la directiva cuando ésta trató de fiscalizar las conductas de Carlos Mouriz. Este no acató el control de sus superiores pese a ser un empleado del club, generando malestar en los regentes de la entidad.
El siguiente en abandonar el Lugo fue Rubén López, que también aludió a razones personales y profesionales. Sin embargo, el supuesto germen del malestar de los directivos radicaba en que, después de plantear la posibilidad de ejercer un control sobre las acciones emprendidas por Mouriz, éste se negó a ser sometido a cualquier tipo de seguimiento.
Tras el rechazo de esa posibilidad por parte del director deportivo, en una reunión ordinaria, los miembros de la directiva solicitaron a José Bouso, presidente del Lugo, que se posicionase entre ellos y Mouriz. El mandatario optó por apoyar a éste, en detrimento de sus compañeros en la cúpula.
Otro hecho que causó malestar entre los dirigentes fue que José Bouso jamás notificó la baja en la directiva de Carlos Mouriz a la Dirección Xeral para O Deporte, por lo que el director deportivo de los rojiblancos nunca ha dejado de pertenecer a la cúpula de la entidad.
Estos hechos propiciaron una serie de dimisiones en cadena que se han saldado con la reducción de los miembros de la cúpula a tres integrantes. Sin embargo, para no perjudicar los intereses del club durante el resto de la temporada, los directivos salientes sellaron un pacto de silencio con el presidente para que la noticia no trascendiese.
Dinero
Nada más llegar al Lugo el pasado verano, los directivos entrantes tuvieron que abonar más de 100.000 euros de su bolsillo para hacer cuadrar las cuentas del club. El presupuesto inicial de la entidad rondaba los 1.100.000 euros, cifra que tuvo que ser incrementada en unos 200.000 euros debido a que Carlos Mouriz sobrepasó el límite estipulado para llevar a cabo la confección de la primera plantilla.
Fue el primer desencuentro de varios nuevos directivos con un director deportivo acostumbrado a hacer y deshacer a su antojo, sin dar explicaciones a nadie, y cuyo proceder está respaldado por el presidente del club.
Supuestamente, existe el compromiso de que el Lugo devolverá el dinero a los directivos que se incorporaron al club el pasado verano y desembolsaron esa cantidad. De hecho, podría existir un documento que certifica este acuerdo.