La Asobal vuelve a parar. El descanso anterior fue nefasto para el cuadro azul, pero ahora puede ser un revulsivo porque la gestora trabaja para que el plantel vuelva a cobrar
10 mar 2009 . Actualizado a las 17:34 h.Las mentes pensantes de la RFEBM inducidas por el estamento internacional volvieron a hacerle un flaco favor al balonmano con dos incomprensibles parones en Asobal durante la misma temporada. El cuerpo técnico encabezado por Pillo, sus jugadores y sobre todo los aficionados del Teucro se resignaron cuando conocieron esa circunstancia, pero luego se quejaron amargamente al comprobar que el mes y medio de descanso, entre el 20 de diciembre y el 7 de febrero, le había hecho un flaco favor al equipo.
De hecho, al margen de la dificultad del calendario, el Teucro demostró una preocupante irregularidad acrecentada por los graves problemas económicos que sufre el club, que le han impedido pagar las nóminas en los últimos cuatro meses. Por eso, solo fue capaz de sumar uno de los diez puntos en juego.
Mientras, el Cuenca logró seis, los mismos que consiguió en toda la primera vuelta, y el Alcobendas, que solo tenía cinco, conquistó cuatro en este tercio de la parte final del campeonato. Y claro está, eso ha puesto la permanencia más cara que nunca.
Por todo ello, pese a que Víctor García Borrás no esté de acuerdo, el parón definitivo que arrancó el domingo y se prolongará hasta el 28 de este mes puede suponer una tabla de salvación para el Teucro y una cruz para sus rivales directos porque estaban en un momento muy dulce de la temporada.
Los pontevedreses volverán a la competición tres días antes, el miércoles 25, para enfrentarse al complicado Cai Aragón, que este pasado fin de semana se quedó a puertas de sorprender al todopoderoso Ciudad Real (23-25).
El estímulo de cobrar
Ese duelo será la primera reválida para el plantel que con probabilidad podrá tener la cabeza puesta únicamente en la pista porque la gestora, salvo sorpresa, llevará un par de semanas trabajando para reconducir la delicada situación de la entidad. Lo ideal sería que la junta consiguiera dinero para abonar alguna de las mensualidades pendientes. No habría mejor estímulo para regresar a la senda del triunfo.
De hecho, los jugadores demostraron su profesionalidad y compromiso con el club al poner en apuros al Arrate en Éibar pese a perderse tres entrenamientos por la huelga y estar más pendientes de lo que ocurría en los despachos que en el parqué. Eso no hace más que anunciar que con los salarios al día podrán realizar un tramo final de liga similar al de la temporada pasada porque los cocos del Ciudad Real, Ademar y Valladolid ya no serán un obstáculo.
Pillo se queda con lo positivo
De momento, el técnico teucrista se queda con la buena imagen que ofrecieron sus pupilos en Ipurúa. «Podríamos haberle dado un disgusto al Arrate si hubiésemos estado un poco más finos en momentos puntuales. De todas formas, a mí siempre me gusta quedarme con el lado positivo y en ese sentido tengo que destacar que por lo menos el equipo estuvo dando la cara hasta el final», manifiesta Pillo.
El preparador discrepa sobre la apreciación de que el fallo del lanzamiento de 7 metros que hubiera supuesto el 25-25 fuera clave en la resolución del encuentro. «No nos vinimos abajo exactamente por lo del penalti. Eso no fue más que un error. Lo que ocurre es que después cometimos otros que nos hicieron perder la posibilidad de lograr algo positivo», explica.
Y matiza que «fallar un penalti solo tiene la trascendencia de que en Asobal no te perdonan y te pasan por encima, pero esa acción por sí misma no habría sido determinante si luego hubiéramos hecho bien las cosas».