Mucha confianza en el propio poderío futbolístico y alguna fe en las estadísticas: esta es la receta con la que el Oporto buscará eliminar de la Liga de Campeones al defensor del título, el todopoderoso Manchester United, hazaña que el club portugués ya consiguió en el 2004, cuando se coronó campeón del máximo certamen europeo.
«Somos un equipo muy fuerte y sabemos lo que tenemos que hacer», aseguró ayer en conferencia de prensa la máxima estrella de los blanquiazules, el argentino Lucho González. A su lado, el entrenador, Jesualdo Ferreira, dijo que sus jugadores «quieren ganar» y agregó: «Vamos a colocar en campo todo lo que somos capaces de hacer bien, encarando el partido con gran confianza y motivación».
El entrenador rival, Alex Ferguson, sabe del poderío del once portugués, sobre todo después de la llegada de varios valores brasileños y argentinos, como el mismo Lucho, Lisandro López, Hulk y Helton. «Esto le dio [al Oporto] un estilo y una dureza que se ponen en evidencia sobre todo cuando juegan en casa», subraya Ferguson.
Ronaldo, optimista
El diario luso Público observó en la preparación oportista «sonrisas abiertas» y «convicción absoluta». Del otro lado, la confianza no parece ser menor. «Pienso que somos mejor equipo», dijo a la prensa inglesa al superastro portugués del Manchester, Cristiano Ronaldo.
Como era de esperar, estas palabras no tuvieron buena recepción en la patria del balón de oro. El periódico deportivo O Jogo le espetó hoy al ídolo nacional: «El Manchester tendrá que probarlo en el campo de juego». Y González, de paso, afirmó: «Nunca dije que admiraba a Ronaldo».
Ferreira sabe que el apoyo del público será «un factor importante». Las 50.399 entradas puestas a la venta se agotaron en pocos días.
Si las estadísticas fuesen siempre fiables, los portugueses podrían descorchar el champán. De ocho oportunidades que empataron fuera de casa en la ida por torneos europeos, los del Oporto lograron clasificarse en siete. Además, en once encuentros contra equipos ingleses, los dragones nunca salieron perdedores del campo.