Markicevic fue el que peor lo pasó. «Bozha lleva tres meses muy jodidos pidiéndole a la gente que le deje dinero. Estuvo a punto de marcharse a jugar a Francia porque necesitaba cobrar algo. Eso es lógico porque ahora mismo aún no sabemos si nos van a pagar. Todo el mundo nos dice que de aquí nunca se fue nadie sin cobrar, pero siempre hay una primera vez», apuntó.
«Todos tenemos obligaciones familiares, pero él además está casado, espera el nacimiento de un niño y tiene que pagar una hipoteca en Serbia. Esto no son excusas. De hecho, yo también estoy muy mal económicamente porque tengo que abonar mensualidades por otras cosas. Y los demás igual», afirmó Curuvija, que se irá en breve para disputar los Juegos del Mediterráneo con Ristanovic y Markicevic.
En cualquier caso, el máximo goleador de Asobal puntualizó que «no queremos que la gente diga '¡se morían de hambre' porque no es así. Tenemos mucha necesidad, pero siempre contamos con algo para comer, aunque sea poco. Racionamos la comida y no salimos a comer fuera. La hacemos en casa». Y dejó caer que cree que «este tema se va a solucionar porque todo va mejor desde que llegó la gestora. Se está moviendo para conseguir que Hacienda desbloquee las cuentas y entre dinero en el club».
Kedzo espetó que «los futbolistas de élite ganan una millonada y no podrían aguantar esto ni un mes. No sé que harían si se encontraran en una situación similar a la nuestra».