La Segunda B, categoría introducida en la temporada 1977/78 y en la que compiten ochenta clubes divididos en cuatro grupos teniendo en cuenta la proximidad geográfica, es el auténtico pozo del fútbol español. Sin los privilegios de los clubes de Primera y Segunda División, que compiten en la Liga de Fútbol Profesional con derechos de televisión, quinielas, etc., la Segunda B es una categoría olvidada y desamparada por parte de la Federación Española de Fútbol.
Los clubes afrontan largos desplazamientos, a veces incomprensibles (el grupo gallego compitió tradicionalmente los canarios, en alguna ocasión incluso con Mallorca o Melilla), aunque el auténtico hándicap de la categoría es que con el deseo de salir del pozo y subir a Segunda, muchos dirigentes pagan sueldos injustificables a jugadores para una categoría en la que los ingresos son escasos.
Muchos empresarios del ladrillo, sobre todo en la costa del Mediterráneo, están al frente de estos clubes o en muchos casos sociedades anónimas. La explosión de la burbuja inmobiliaria y la paralización casi total del sector de la construcción, se hizo notar en muchos clubes.
Las noticias de clubes que no han podido pagar a sus jugadores son habituales en los diferentes diarios. Aunque es algo habitual en estas épocas y que tradicionalmente se resuelven porque los jugadores aceptan pagarés por retirar sus denuncian ante la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) para que los clubes que no pagan no bajen de categoría. Esta temporada, sin embargo, con la crisis económica mundial muchos clubes de la Segunda B, que viven por encima de sus posibilidades, tienen el agua al cuello.
«Por lo que yo sé, pueden desaparecer 20 o 30 clubes de Segunda B», decía hace unos días Isidro Silveira, orgulloso de dirigir un club que siempre se ha distinguido por pagar puntualmente a sus jugadores. Añadía: «Algunos jugadores tienen que aprender la lección, yo no puedo contratarles porque se ciegan con ofertas increíbles para esta categoría, aunque después descubren que es imposible cobrar lo que firmaron en el contrato».
Frenazo
En el Racing ya han frenado la contratación de jugadores para la próxima temporada es espera de lo que suceda en los próximos días, ya que saben que buenos jugadores pueden quedar libres si sus clubes desaparecen por problemas económicos.
También se habla de reestructuración aunque es probable que no haya tiempo.
El Badalona, representante de los clubes catalanes de Segunda B propone tres grupos de Segunda B de 22 equipos, ascendiendo a Segunda los dos primeros de cada grupo. Esta posibilidad choca de frente con la Liga de Fútbol Profesional, ya que significaría seis descensos de Segunda y no parecen dispuestos a aceptar esta posibilidad.
En los próximos días se celebrará una reunión de los clubes gallegos de Segunda B para analizar la asamblea del día 2 de julio en Madrid, en donde se decidirán los grupos de Segunda B.
Parece difícil que puede haber un grupo norteño como este año, ya que solo el Real Unión tiene posibilidades de ascenso, mientras que han subido el Compostela, el Oviedo, Torrelavega, Palencia e incluso puede subir el Ourense. Además de Segunda descendió el Eibar y es probable que también baje el Alavés.
Es imposible repetir el grupo ya que se pasan de los 20 clubes en la zona norte. La única posibilidad es una nueva combinación, aunque podría llegarse a repartir en dos grupos a clubes de una misma territorial.
Los gallegos tratarán de ponerse de acuerdo con otras comunidades para plantear su opción en la asamblea del próximo día 2 de julio.