El Cisne tuvo ayer al Teucro contra las cuerdas, pero le sobró el último minuto y medio del partido de los cuartos de final de la Copa Galicia que enfrentaba a ambos equipos de Pontevedra. Hasta el tramo final los jugadores locales habían cuajado un excelente encuentro contra su poderoso vecino. De hecho, llegaron con una renta de un tanto y con superioridad numérica por la exclusión de Borrás. Sin embargo, el miedo a perder los condenó.
El Teucro se activó a partir del minuto cinco de partido. El veterano Rajic encontraba con facilidad la velocidad de Carlos García, que estuvo muy motivado durante todo el choque, y esta conexión fue consiguiendo cómodas diferencias de tres y cuatro goles. Daba la impresión de que cuando los de Modesto Augusto querían apretar el acelerador se despegaban cómodamente en el marcador. Al descanso se llegó con un firme 14-18 a favor de los visitantes.
Sin embargo, después del intermedio la película cambió por completo. Los jugadores del Cisne saltaron a la pista del Pabellón de la Juventud con la intención de amargarle la tarde al Teucro y estuvieron muy cerca de conseguirlo. La defensa empezó a funcionar, lo que daba lugar a rápidas transiciones que culminaban por los extremos o desde el centro con fuertes lanzamientos de Fabián y de Xosé.
Las diferencias en el electrónico comenzaron a recortarse parcial a parcial, hasta que en el minuto 18 de la segunda mitad quedó en un solo tanto. El Teucro estaba contra las cuerdas. Borrás se desesperaba porque no encontraba colaboración para tapar los huecos que generaba la primera línea del Cisne.
Tres minutos más tarde, los locales ya estaban por encima en el marcador. Modesto Augusto solicitó un tiempo muerto donde abroncó a sus jugadores. Pero ni aún así consiguieron reaccionar.
A falta de un minuto y medio para la conclusión, el Cisne no lo podía tener mejor. Disponía de la posesión, un gol de ventaja y jugaba con uno más. Pero tres errores en cadena produjeron la remontada in extremis del Teucro, que pasa a semifinales.