Los jugadores de Modesto Augusto encajan casi 40 tantos en la derrota contra el ARS Palma del Río
05 oct 2009 . Actualizado a las 15:48 h.No es una enfermedad nueva en el Teucro. El cuerpo técnico ya la había diagnosticado durante la pretemporada. También se manifestó contra el Bidasoa. Pero quizás, hasta ayer, la afición no era consciente de la gravedad de la dolencia. 38 goles abren los ojos a cualquiera. Definitivamente la defensa de Modesto Augusto no funciona. El fusil del ARS Palma Río, Vermeroski, martirizó a los azules a base de cañonazos que volaron hacia la portería de Martinovic sin la menor oposición. Esta vez, la calidad no fue suficiente para tapar la herida por la que se desangra el equipo pontevedrés.
Desde el inicio del encuentro el Teucro mostró que estaba débil. La muralla de los cordobeses atascaba las combinaciones de los hombres fuertes del ataque de Modesto Augusto y en defensa el grupo concedía demasiadas facilidades. No aparecían las manos milagrosas de Martinovic. Así los visitantes empezaron a coger cómodas ventajas de hasta cuatro tantos. Sin embargo, llegó la reacción. Apoyados por la afición y el empuje de Carrera, el equipo redujo las diferencias hasta darle la vuelta al electrónico. Al descanso, los locales adquirían una renta de dos goles.
Pero fue un espejismo. Después de la reanudación, el Palma del Río cambió de nuevo el ritmo del partido y este tirón iba a ser el definitivo. Entonces, apareció la cara más gris del Teucro. Cada jugador quería hacer la guerra por su cuenta y el conjunto se diluyó hasta encajar una goleada.
En el tramo final del encuentro, los numerosos aficionados de Bueu que se desplazaron hasta el Municipal a apoyar a David y a Fandiño se divirtieron coreando las acciones del Palma del Río.