Las gradas del multiusos Fontes do Sar registraron un lleno histórico para festejar con gran pasión e ilusión el estreno del Obradoiro en la máxima categoría
11 oct 2009 . Actualizado a las 19:33 h.Los momentos previos del encuentro fueron vibrantes, tanto como los largos y dulces minutos que se sucedieron en la histórica cita de Sar. El público vivió con gran intensidad el estreno del Obra en la máxima categoría, en la ansiada ACB. Vivió y sufrió con pasión el gran momento, ese instante que unos cuantos miles de compostelanos, y también un buen puñado de miles de gallegos, desearon con tanto ardor.
Pasaron muchos años desde que se buscó en los juzgados la justicia que le negaron en su día al Obra y a la capital gallega los responsables federativos de este deporte. Pero ya está todo olvidado, o al menos aparcado, pues la ciudad saborea el baloncesto de élite con todas las de la ley. El multiusos Fontes do Sar registró un lleno hasta la bandera: oficialmente, 6.050 aficionados. El palco de autoridades estaba al completo. En las gradas no cabía ni un alfiler. La ACB empezó a servirse esta temporada en la ciudad del Apóstol con dos contendientes de diferente potencial, pero con uno de ellos, el Obra, con más moral e ilusión que nadie.
El nuevo Sar recordó al viejo Sar, aquel pabellón en el que el Obradoiro, en la máxima categoría (cuando aún no era ACB) y en Primera B llenó las gradas. Aquel en el que en más de una ocasión se colocaron sillas detrás de las canastas para que nadie quedase sin el espectáculo.
Ayer, en el deseado estreno, se vivió incluso con más pasión la puesta en escena del Obra, el club que siempre llevaron en sus corazones los compostelanos y que quisieron crucificar en los despachos.
El marcador final fue lo de menos. El gran triunfo del Obra ayer fue su estreno en la ACB. Y lo hizo con el respaldo de su ciudad. Con el apoyo de una afición que en esta campaña quiere disfrutar y homenajear a todos aquellos que hicieron posible que este sueño se convirtiese en realidad.
Antes de comenzar el histórico choque hubo un clamoroso reconocimiento a jugadores y técnicos que brillaron en aquella campaña en la que el Júver Murcia impidió el ascenso obradoirista. Y, por supuesto, ovación de gala para las dos personas que lucharon sin desmayo por colocar al Obra en el lugar que le correspondía. José Ramón Mato y José Ángel Docobo, actual presidente, recibieron una ovación de gala. Tan ensordecedora como la que fueron recibiendo cada uno de los jugadores del Obra en su presentación. Tanto como la que recibió Djedovic por firmar la primera canasta del Obra en ACB. O Terry por anotar el primer triple. O Ricky, el mediático del momento, y Fran Vázquez, el único jugador gallego sobre la cancha.