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El Cangas sale a flote en O Gatañal con un punto agónico ante el Toledo

Juan Villar

VIGO

25 oct 2009 . Actualizado a las 02:33 h.

Amenazaba temporal sobre el Frigoríficos, a tono con la meteorología que reinaba en O Morrazo. El devenir del encuentro de O Gatañal, calificado como una final porque el Cangas aún no había puntuado, apuntaba directamente a un naufragio en toda regla, pero al final, de forma agónica, e impulsado por una afición incansable, el equipo cangués salvo un punto, que si en la clasificación no supone gran cosa, sí puede valer para darle un impulso moral a equipo de Curro Lucena.

Pero para conseguir hubo que sudar mucho, pues el conjunto local fue a remolque todo el encuentro. Al Cangas cada ataque se le hace como a un ciclista subir el Tourmalet y encima se encontraron con una defensa que se les atragantó. El Toledo sitúa a sus jugadores en nueve metros y complica mucho la penetración en una zona de lanzamiento.

El rival también tuvo muchos problemas para superar la rocosa defensa canguesa. Los porteros estaban más inspirados que los lanzadores. Finalmente estuvo presente Kosanovic en la meta local tras llegar con muy pocas horas de margen para jugar tras un permiso en Montenegro que se prolongó más de lo esperado. Milan fue sin duda la principal clave, sobre todo en el segundo tiempo, para conseguir el empate final.

La baza de los de O Morrazo es robar y correr y consiguieron hacerlo a cuentagotas, lo que les permitió aguantar enganchados al partido. La primera superioridad que tuvo el Cangas la desaprovechó. Soliño no superó al portero en un penalti y el Toledo se crece en la adversidad para aumentar su renta a cuatro goles.

El técnico cangués rotó a menudo la composición de la primera línea en ataque en busca de soluciones para el atasco arriba, pero sin demasiados resultados. Los nervios y la impotencia empezaron a hacer mella, pero la afición mostró una vez más que es incansable en su apoyo en los peores momentos y con ese sustento el Cangas llegó vivo al descanso.

El comienzo de la segunda mitad fue nefasto para los de O Morrazo, que sin embargo no se vinieron abajo a pesar de las dificultades.

Las paradas de Kosanovic fueron fundamentales para que no se abriese una brecha mayor a los cuatro puntos que tuvo el Toledo. La perseverancia local tuvo su premio y primero una contra de Espino y posteriormente un golazo de Pablo Sánchez desde el extremo metieron al Cangas en el partido (19-20). Fontán empató a menos de cuatro minutos del final y el Cangas incluso tuvo el partido en su mano al adelantarse con un gol de raza y calidad de Soliño. Pero un penalti le dio al rival el empate.

Este punto no sirve para coger mucho aire. El Cangas sigue teniendo los puestos de permanencia a cuatro. Pero servirá para ir con la moral elevada a otra cita trascendental el próximo sábado, cuando los de Lucena visitarán al Alcobendas, penúltimo clasificado.