Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

El Teucro apabulla a un Almoradí de Alicante desconcertado

Tino Rascado

PONTEVEDRA

09 nov 2009 . Actualizado a las 02:34 h.

Goleada para enmarcar. Cuando se esperaba un partido tenso y disputado entre dos equipos de la zona media de la clasificación, el guardameta teucrista Martinovic emergió con fuerza para cerrar todos los huecos de su portería. Infranqueable. Como en sus mejores tiempos. Dispuesto a lanzar al conjunto azul a otra dimensión en un momento en el que muchos aficionados ya habían empezado a perder la esperanza de luchar por los puestos de la zona alta de la tabla.

Modesto Augusto incluyó en el siete inicial a Rajic, Calderón y Toño. Este último aportaba el descaro de la juventud al lado de Rafa Dasilva, Benaches y Carrera. Había que buscar la fórmula del éxito a toda costa ante un rival, el Almoradí de Alicante, que aventajaba en la tabla al Teucro.

Era el momento, por tanto, de de levantar a un equipo que seguía estando tocado. Una buena oportunidad de hacer olvidar a su afición de los duros golpes que sigue recibiendo la histórica entidad por la gestión del ex presidente Evaristo Estévez, al que se le olvidó que los presupuestos hay que reflejarlos en la contabilidad y asignar cada partida a los gastos correspondientes.

Pero con todas sus penurias e inquietudes, la plantilla recuperó ayer un poco de oxígeno. La superioridad mostrada ante los alicantinos fue algo así como un espejismo, del que participó todo el equipo. Y es que a los 15 minutos de juego, el conjunto gallego ganaba por 12-4, un resultado que los que llegaron tarde al pabellón municipal se frotaban los ojos cuando accedían al recinto deportivo. Fue un golpe de efecto que le vino muy bien no solo al plantel azul sino también a una afición que comprobó que, al margen de la fragilidad del rival con el que se encontró, puede luchar por estar entre los mejores.

Y es que batir por 27 goles a un equipo que le ganó al Barakaldo no lo consigue cualquiera.