El Compostela parece que comienza a enderezar su complicada travesía. ?El partido de ayer tuvo numerosas ocasiones para acabar decantándose hacia cualquiera de los dos lados de la balanza. Eso sí, pese al mayor dominio local, el Compos fue el que tuvo las ocasiones más claras, con dos remates a la madera que pudieron haberle dado los tres puntos.
El partido comenzó sin demasiados movimientos peligrosos sobre el terreno de juego. Pese a la teórica superioridad del filial rojillo, los hombres de Fabiano no se amilanaron. La falta de coherencia entre los organizadores del juego de ambos equipos derivó en una estéril batalla en el centro del campo, de la que ningún equipo salió vencedor, aunque sí hubo bajas.?El planteamiento meditado por el ex celtiña Ángel Merino para su Osasuna Promesas pronto tuvo que ser modificado. El defensa central Molo, que regresaba a los terrenos de juego tras casi un año de lesión, recaía de su dolencia en la rodilla y tenía que ser sustituido a los diez minutos por Richi.
No se amilanó el cuadro navarro que, con el lento paso de los minutos, empezó a hacerse con la manija del choque, en detrimento de un Compostela que se dedicó a perseguir el balón y a taponar cualquier intento de ataque.
Oportunidad perdida
Los locales trataron de perforar la portería defendida por Pablo Castro, pero no estuvieron muy acertados de cara al gol. ?Todo lo contrario a la situación del conjunto gallego. Tras varias llegadas rojillas, sin un control del esférico constante, y con la ausencia de un organizador que sirviera balones francos a los delanteros, fue el Compostela el que pudo adelantarse en un cabezazo de Sestelo a los 37 minutos de juego. Sin embargo, su remate, cuando se encontraba solo ante el portero, lo detuvo Zabal con facilidad en lo que fue la última ocasión del primer tiempo.
El paso por vestuarios aplicó un plus de velocidad a ambos equipos, que se lanzaron a por el gol con descaro. El choque, de continua ida y vuelta, entretenía al público pero no terminaba de encontrar el premio del gol. Lo pudo conseguir Óscar Vega para los locales en una jugada individual, pero su disparo en el área pequeña lo mandó el guardameta Pablo Castro a saque de esquina.
El asedio de los jóvenes jugadores de Ángel Merino era muy fuerte y el Compos aguantaba las embestidas de su rival como podía. En estos minutos de nervios en el Compostela, Gabilondo pudo adelantar a los navarros en el minuto 65 tras un pase de la muerte de Vega, pero el balón se marchó a las nubes cuando Pablo Castro se encontraba totalmente vencido.
Fabiano, que optó por realizar un único cambio en todo el partido (Claudio por Adrián), supo hacer reaccionar a sus jugadores, que en la última fase del encuentro pudieron batir la portería rival. El cuadro compostelano pudo sentenciar el choque a su favor en diversos peligrosos contraataques. Primero fue Iván González el que mandó el balón al palo y después, Jesús, ya en el minuto 85, cabeceó al travesaño un córner que pudo cambiar el signo del choque.
Osasuna daría la réplica en la siguiente jugada con un nuevo cabezazo de Vega desviado. Y para terminar, Zabal dejaría las tablas en el marcador al detener un duro lanzamiento de Mariño en el 89 y después sería Adrián el que perdonaría a los rojillos al fallar a portería vacía.