El Barcelona Borges ha vencido al Pilotes Posada de Vigo por 31-23 en un choque en el que los azulgrana no han forzado la máquina en ningún momento y en el que se han centrado más en su coordinación defensiva que en su balance ofensivo.
Los barcelonistas, con la baja de última hora de Iker Romero por un golpe en la rodilla, tardaron en hacerse con el control del encuentro, especialmente por la gran actuación de Yeray Lamariano, el meta del conjunto vigués -11 paradas en los primeros 25 minutos-, y por el juego posicional catalán, empeñado en controlar mejor sus acciones de ataque.
El técnico visitante planteó una buena defensa en seis-cero relevando a Iván Infestas y Pablo Macías por Bojan Stefanovic y Novica Rudovic, jugando también bastante estático en el aspecto ofensivo. Josep Masaschs en ataque y Lamariano en defensa mantenían a sus conjuntos en el partido (11-10, m 23), pero los barcelonistas aumentaron el ritmo y, por medio de Víctor Tomás y Laszlo Nagy, que va recuperando su forma, abrían brecha con un parcial de 4-1 (14-11, m.27) que Rutenka redondeaba al descanso (17-12).
De nuevo en seis-cero en defensa en la reanudación y con Dani Sarmiento como director del juego, el Barcelona siguió con su juego de ataque estático, buscando buenas combinaciones de lanzamiento, aunque Lamariano siguió con su recital particular en la meta viguesa.
Los visitantes reducían distancias por medio de Valero Rivera Jr., uno de sus mejores hombres (21-18, m.45), y los azulgrana reaccionaban rápidamente con Víctor Tomás como punta de lanza para lograr un parcial de 5-0 que les daba la máxima ventaja del partido (26-18, m.51).
A partir de ahí, el encuentro entró en una fase de ofensivas abiertas, destacando un gran tanto (27-22, m 57) del meta Lamariano, para redondear su gran actuación bajo los palos de la portería blaugrana.