Romay, con una vaselina en el minuto 88, salvó un punto para los locales frente a un rival muy ambicioso
25 ene 2010 . Actualizado a las 12:59 h.El Compostela ofreció una gran imagen en su visita a Elviña. El Montañeros se encontró con un equipo que salió a jugarle de tú a tú desde los compases iniciales del encuentro, algo que no sucedía desde las primeras jornadas ante el Lugo. Los santiagueses rozaron el triunfo, pero se quedaron sin gasolina en el minutos finales cediendo el empate (2-2) con un golazo del jovencísimo Romay.
El técnico local Jose Ramón González se está especializando en hacer brillar a los más jóvenes. Si la pasada temporada puso su empeño en Añón, Raúl o Luis Ángel, este curso está cargando de protagonismo a promesas como Jorge Cano, Dani Bea o Romay. Ninguno supera los veinte años, y los dos últimos fueron ayer los goleadores.
No está acostumbrado a este tipo de partidos. Generalmente los equipos acuden a Elviña temerosos y agazapados atrás, pero ayer el Compostela demostró ambición. Adelantó líneas, presionó hasta la extenuación y gozó de las mejores ocasiones de gol ante un rival que nunca se sintió cómodo.
Partido abierto
Coruñeses y santiagueses ofrecieron un bonito espectáculo. Dani Bea abrió el marcador a los 3 minutos en una rápida contra llevada de forma magistral por Rubén Rivera, ayer escorado a la banda izquierda. Iván envió un cabezazo al palo al minuto del 1-0 y Rego malogró un mano a mano en el 14 cuando ya se cantaba el gol del empate.
El premio a la constancia se lo llevó Iván. Catú disparó desde la frontal, Diego López no atajó el balón y el delantero de Noia no perdonó. Empate a un gol y encuentro loco en el que no se sabía qué equipo quería la posesión y cuál prefería las contras. Fútbol total, con más velocidad que pausa.
La igualdad se rompió en la segunda mitad. El visitante Claudio cogió la batuta en el centro del campo, habilitó a Rego y el jugador del Compostela no perdonó ante Diego en el 61.
Los visitantes estaban siendo mejores. Sabían a lo que jugaban, aprovechaban las frecuentes pérdidas de balón de los blancos y ya acariciaban los tres puntos. Pero se acabó la gasolina. Fabiano hizo cambios para recuperar al equipo pero sus jugadores ya no daban más de sí. Jose Ramón quitó un central, introdujo al mediapunta Romay y el partido cambió de signo.
El canterano recibió un balón dentro del área, no vio el pase claro y se inventó una obra de arte que subió el 2-2 al electrónico. Fue con una bonita vaselina al segundo palo a la que no pudo llegar Pablo. Jorge Cano pudo incluso poner el 3-2 en los últimos compases.
En el Compostela debutó Rodrigo, aunque el club no presentó su ficha en el acta. El árbitro notificó esta incidencia y decidirá Competición.