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El Octavio salva su primera bola de partido y luchará hasta el final

Juan Villar

VIGO

Los vigueses se sitúan a un punto de la permanencia tras vencer ayer al Cuenca con un gran primer tiempo

27 mar 2010 . Actualizado a las 13:57 h.

El Octavio no se rinde y está dispuesto a pelear la permanencia hasta el último día. Ayer salvó su primera final. El triunfo ante el Cuenca le permite a los vigueses situarse a un punto de sus rivales más directos, y aunque el calendario es complicado, el sueño de seguir en Asobal es posible.

El partido se encarriló en el primer tiempo, aunque se sufrió hasta el final. Los vigueses comenzaron cometiendo muchas imprecisiones en ataque, pero tras cinco minutos espesos surgió el poderoso brazo de Rudovic para abrir la primera brecha en el marcador (5-2). El montenegrino fue el autor de los primeros cuatro goles de su equipo y finalizó el primer tiempo con siete dianas.

Pero el artífice que de que el Octavio fuese incrementando su ventaja en el marcador fue sin duda el portero Javi Díaz, que estuvo inmenso con una docena de paradas en la primera mitad. Superados los quince minutos la ventaja ya era de cinco (11-6) y en la primera superioridad académica siguió aumentando hasta una máxima de ocho goles (16-8).

El Cuenca pareció reaccionar con dos exclusiones seguidas de los locales que les permitió reducir la desventaja a cinco, pero la primera parte acabó con una parada de Javi a lanzamiento de penalti de Crosas.

Parecía el partido totalmente encarrilado, pero con el Pilotes actual no se puede cantar victoria hasta el final. A los de Quique Domínguez les entró la pájara tras el descanso, sobre todo a nivel defensivo. Once goles encajados en apenas quince minutos es un balance para hacer temblar a cualquiera.

Nilsson empezó a marcar cada vez que tiraba a puerta y paulatinamente los conquenses fueron reduciendo las diferencias.

Gustavo Alonso, que estaba haciendo un gran partido, no salió del banquillo durante muchos minutos tras un golpe en el muslo.

A siete minutos del final se le presentó al equipo visitante su primera oportunidad de ponerse a dos puntos. Tras dos paradas de Javi Díaz a la tercera fue la vencida y el Cuenca se puso con un peligroso 30-28 a más de cinco minutos del final.

Los vigueses gestionaron bien esos momentos definitivos y consiguieron que los dos puntos se quedasen en casa. Fue un partido más cómodo de los esperado salvo el susto final, pero aún les queda mucho que sufrir en las ocho jornadas restantes.