La celebración de Mourinho y los aspersores del Camp Nou

Redacción digital

DEPORTES

29 abr 2010 . Actualizado a las 00:46 h.

Cuando el árbitro belga De Bleeckere pitó el final del partido, José Mourinho saltó como si fuera Usain Bolt. Dedo índice al aire, brazo extendido, en un esprint vertiginoso, el técnico luso cruzó el ancho del césped del Camp Nou para irse ahacia la grada donde estaban la mayoría de aficionados del Inter de Milán. Sorteó con ayuda del árbitro y de otros miembros del equipo lombardo la figura de Víctor Valdés, que recriminó al portugués su reacción tras la clasificación del Inter para la final de la Champions.

Los jugadores del Inter, visiblemente emocionados por el logro, acudieron al mismo sector del campo para festejar su proeza, hasta que, de manera voluntaria o fortuita, los aspersores de esa zona del campo comenzaron a duchar a los futbolistas y técnicos del equipo milanés. Un gesto feo para agasajar al finalista de la Liga de Campeones.