La comisión de seguimiento del estadio de Pasarón confirmó ayer que la grada de Preferencia estará rematada el sábado para poder completar el aforo con 11.000 espectadores. Así lo anunció ayer el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, tras comprometerse la empresa constructora a tener acabada la parte baja, mientras que en la alta quedan pendientes algunos remates, entre ellos la colocación de almohadillas a la espera de proceder a la instalación de los asientos en lo sucesivo.
La grada de Preferencia, que dispone de un aforo de 4.000 espectadores, contribuirá a que el club pontevedrés disfrute de una mayor capacidad.
La ciudad comienza a movilizarse para conseguir la mayor movilización de aficionados para llegar el sábado al encuentro con otro equipo histórico como es el Real Oviedo, lo que concede una dimensión de gran acontecimiento como ocurrió en el estadio de Mendizorroza el domingo pasado.
El Ayuntamiento ovetense también se ha implicado en el desplazamiento de sus aficionados a Pontevedra. Ayer anunció que fletará diez autobuses para animar a su equipo en Pasarón.
Para los aficionados azules que viajen en los autobuses organizados el Pontevedra fijó ayer el precio de 25 euros por entrada, que será el mismo para seguidores granates que acudan al partido de vuelta en el Carlos Tartiere. Y es que el enfrentamiento con los asturianos está generando una gran expectación en la ciudad del Lérez. Varios propietarios de negocios de la zona vieja de la ciudad ya anuncian que a partir de las 7 de la tarde del sábado tendrán cañas gratis, como es el caso del bar El Baúl, sito en la plaza de la Verdura.
El objetivo es conseguir que el color granate predomine en toda la ciudad para ayudar a los jugadores a salir airosos del encuentro como hicieron el domingo pasado en tierras vascas.
El equipo ha demostrado, una vez más, que en las últimas jornadas de Liga ha sido capaz de superar las adversidades y dar todo un recital en un estadio de Primera División como es el de Mendizorroza, que contó con la presencia de más de mil aficionados gallegos en el encuentro decisivo frente al Deportivo Alavés.
Y es que el regreso a las fases de ascenso está empezando a poner patas arriba la ciudad tras la excelente demostración que han dado en la capital vitoriana, en la que consiguieron hacerse notar sin un solo incidente a pesar del mazazo que supuso la derrota para los seguidores del Alavés.
Para poner todo a punto, el presidente de la Diputación y el alcalde tienen previsto acudir mañana de nuevo a la instalación deportiva de Pasarón para conocer puntualmente el estado en el que se encuentra la nueva grada de Preferencia.