«Está mejor y es probable que llegue [para el próximo partido], muy probable». Lotina pronunció ayer las palabras que Aranzubia llevaba mucho tiempo deseando escuchar. «¿Titular? Lo tengo que pensar. La semana será importante», añadió el técnico, que mantuvo así la incertidumbre sobre si el regreso del portero riojano será completo. Lesionado el pasado 16 de febrero, cuando se resintió de un mal gesto en un entrenamiento, Aranzubia terminó la pasada campaña con molestias en su hombro izquierdo y pensó que regresaría curado del verano, pero el dolor volvió con el retorno a los entrenamientos. Fue cuando decidió parar. El 14 de julio visitó al traumatólogo Mikel Sánchez (el mismo que trató a Nadal de sus rodillas tras el último Wimbledon) y este le recomendó prudencia. «Necesita hacer un trabajo un programa de equilibrio muscular, de potenciación de ciertos músculos y de fisioterapia meticuloso», afirmaba el médico en declaraciones a La Voz.
Estimaba que el tiempo de recuperación del jugador deportivista nunca se tornaría inferior a las cuatro semanas (con lo que entonces hacía peligrar su estreno liguero) y aunque el propio club trató de sostener que Aranzubia iba a estar listo en quince días, en los dos últimos meses el portero se perdió todos los partidos de pretemporada y el arranque de Liga. Ahora puede volver a enfundarse los guantes en la tercera jornada, el próximo lunes (21.00 horas, p.?p.?v. y GolT) contra el Getafe en el estadio de Riazor.
Confianza
En su ausencia Manu aprovechó para reivindicarse y plasmar con soberbias actuaciones su trabajo a la sombra de su compañero. «Tengo la misma confianza en Manu que ya tenía, es a vosotros [por los periodistas] a quienes os ha sorprendido, pero nosotros ya conocíamos sus virtudes y defectos. Si, a pesar de la lesión de Aranzubia, decido quedarme con él, es porque confiamos en él», argumentó el técnico. Lo cierto es que llegó el ex madridista Felipe Ramos, quien disputó algún amistoso y actuó como suplente del asturiano frente al Zaragoza y el Sevilla, aunque en principio está llamado a ocupar la portería del Fabril. Aranzubia completó el exigente entrenamiento de ayer en Abegondo (dos horas de físico y pachangas bajo un asfixiante bochorno) sin aparente problema, pese a que se había perdido la sesión del lunes a causa de un proceso vírico con fiebre.