Considerado durante mucho tiempo como una gran promesa del motociclismo español, Elías ha conquistado a los 27 años su primer título en la temporada de estreno de la categoría de Moto2.
Ayer concluyó cuarto. Por detrás de Rolfo, De Angelis e Iannone, que por este orden coparon el podio. Pero el único que podía retrasar su celebración, Julián Simón, estaba muy detrás para hacerlo. El de Villacañas cedió a falta de una docena de vueltas para el final. Primero libró una caída tras una frenada y luego se fue por los suelos para dejar el camino libre al catalán. Elías lo intentó. Buscó entrar entre los tres elegidos. Tuvo algún cuerpo a cuerpo pero no era cuestión de que una imprudencia le arrebatara la gloria. Porque solo él sabe lo que cuesta llegar y mantenerse. De momentos malos y de sinsabores, dentro y fuera de los circuitos. Por eso prefirió esperar a que pasaran las vueltas.
Culminó así a lo grande una temporada que Elías (Manresa, 1983) inició con una decisión arriesgada: tras cinco años compitiendo con las principales estrellas en la MotoGP, daba marcha atrás, bajaba un escalón y competía en la Moto2, la sustituta de los 250 c.c.
Su pasión por las motos, como es habitual, viene de familia. Su padre y su tío fueron durante años los reyes del motocross español, aunque Toni prefirió correr sobre asfalto. A los 10 años quedó tercero en el Campeonato de Cataluña de mini-moto y corrió tres temporadas con una scooter antes del reto del Campeonato de España con una 125 c.c. de Yamaha en 1998, a los 15 años.
En 1999, fue tercero en ese campeonato y empezó a abrirse a las competiciones internacionales, a partir de invitaciones en grandes premios disputados en España, donde incluso pudo quedar decimocuarto en una carrera en la Comunidad Valenciana.
Primera victoria
Acabó en el puesto 24 al término de su primera temporada completa en el Mundial de 2000 y obtuvo en 2001 su primera victoria (Holanda) y una brillante tercera plaza en la general, lo que le abrió las puertas de la categoría superior. En sus tres años en 250 c.c., el catalán obtuvo buenos resultados (una victoria, en Portugal 2006, dos segundos puestos y tres terceros), pero no pudo cumplir el sueño de ser campeón mundial, antes de su salto a la MotoGP. Pero su carrera estuvo muy marcada por las lesiones, que frenaron su progresión. En esas cinco temporadas tuvo como mejor resultado al final de una campaña una séptima plaza (en 2009). Al término de esa campaña, la pasada, se encontró sin equipo y sin una moto de garantías, lo que le obligó a bajar a la categoría intermedia, donde dice que ha vuelto a «aprender a disfrutar».
Elías ha dominado bien su 600 Honda con Moriwaki y esta temporada ha sido una fiesta para él, con siete victorias en catorce carreras y con el único disgusto de la muerte de su rival japonés Shoya Tomizawa, en un trágico accidente en septiembre. Para él fue una emotiva dedicatoria tras conseguir el título.
Elías se apellida Justicia. De segundo. El motociclismo pagó su deuda con la sonrisa del Mundial. Es el primer campeón de la historia de Moto2. Sorprendió a todos hasta con una celebración distinta. Tuneó su moto. Se cambió de casco y de mono para que todo el mundo viera quién era el campeón. En Sepang. En el Gran Premio de Malasia, Elías se coronó, su sonrisa lució más brillante que nunca. Toni Elías Justicia ya es campeón.