La igualdad entre el Teucro y el filial del Barcelona quedó ayer patente en la Ciutat Sportiva

Área 11 BARCELONA.

PONTEVEDRA

21 nov 2010 . Actualizado a las 18:10 h.

Tal y como se esperaba, el duelo entre el F.C. Barcelona y la S.D. Teucro resultó apasionante hasta el final. Un gran partido de balonmano el que se vio ayer tarde en la Ciudad Deportiva Joan Gamper entre dos rivales que andaban empatados en la tabla clasificatoria con 12 puntos y que saldrán de esta jornada liguera así, igualados. El encuentro fue peleado de principio a fin y nunca, salvo una en la primera parte de cinco goles, hubo diferencias importantes en el marcador. Con todo, el más perjudicado por el empate final puede ser perfectamente el Teucro, los pontevedreses fueron los que con peor cara encararon el camino de los vestuarios cuando el colegiado decretó el final del encuentro con 31-31 luciendo en lo alto, no obstante habían jugado siempre, menos en los primeros cinco minutos de juego, por delante en el marcador y en el segundo periodo con rentas constantes de tres goles. Pero en el momento cumbre, en los instantes decisivos, algún error aislado y perfectamente evitable, un poco de mala fortuna y el arreón de un equipo catalán que llegó al tramo final más en forma, acabó por empujarles a la igualada. ?El Barcelona salió al principio del partido bastante tranquilo y relajado, quizás pensando que iba a ser un partido más sencillo de lo que luego resultó. Su defensa clásica no se empelaba a tope pero la cosa no le fue mal porque en ataque se estaba respondiendo. Al Teucro le costó meterse en el choque y perdió los cinco primeros minutos, donde acabó por detrás en el marcador. Sería la última y única ventaja de los barceloneses en todo el choque, a partir de ahí el Teucro mandaría siempre. Los gallegos comenzaron muy fuertes, tratando de imponer un ritmo muy alto y con una defensa agresiva y contundente que frenó en seco las intentonas locales de jugar deprisa y marcar rápido. Destacaron en estos primeros minutos especialmente Benaches, que además de hacer unos cuantos se hartó de dar asistencias de gol, Dasilva e Unanue, así como Toño al contragolpe, hicieron mucho daño. El Teucro obtuvo su mayor renta mediado el primer periodo, y al descanso se marchó con cuatro arriba, 13-17. ?En la segunda mitad los visitantes volvieron a dar un paso atrás ante el empuje local mostrado en el reinicio. Los gallegos acusaron un tanto el esfuerzo realizado durante la primera parte y las jóvenes promesas catalanas lo aprovecharon. La renta conseguida al descanso se redujo a la mitad muy rápido y aunque después el Teucro supo sacar partido a su balonmano y jugó siempre por delante en el marcador, de ahí al final también siempre sintió el aliento de su enemigo en el cogote. Además, los colegiados del encuentro pitaron escesivas faltas a los visitantes y en este tipo de jugadas s evieron claramente perjudicados. El Barcelona se acercaba y alejaba como un barco con la marea y dejaba por momentos la sensación de que nunca sería capaz de llegar a puerto, pero tensó la las cuerdas y el equipo gallego cedió al final un punto.