José María García deja entrever que Miguel Indurain se dopaba

Isaac Asenjo MADRID/COLPISA.

DEPORTES

15 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El periodista José María García vuelve a poner el dedo en la llaga. En una entrevista concedida a La 10 habló de la operación Galgo, la trama de dopaje en la que está involucrada la atleta española más laureada, Marta Domínguez, e insinuó que Miguel Indurain recurrió al dopaje en sus dos últimos Tours de la mano de Sabino Padilla.

«Generalizar crea injusticias, pero en un elevado porcentaje del deporte español sí existe dopaje. Nuestros políticos no quieren al deporte, no sirven al deporte, pero se sirven de él, como Esperanza Aguirre, Zapatero, Lissavetzky o Aznar», señaló García. «No se ha querido intervenir. Y estoy seguro de que tras esta redada no va a ocurrir absolutamente nada porque no existe una ley que ataque la raíz del problema», se lamentó el periodista que, no obstante, defendió a Marta Domínguez. «Hasta que no se demuestre lo contrario, tendré que creerla».

Sobre la selección española, indicó que «el mundial se ganó en igualdad de condiciones con el resto de los equipos». Por eso considera «vergonzante» que el doctor Fuentes amenace ahora con «echar tierra» sobre los títulos ganados por el combinado nacional.

Sin embargo, soltó un último dardo hacia un ex ciclista que también es leyenda: «Indurain se retiró justo antes de que comenzaran a realizarse análisis de sangre». Insinuó que el pentacampeón del Tour de Francia se dopó en sus dos últimos triunfos de la mano del doctor Padilla, el mismo que ejercía al frente del Athletic de Bilbao cuando se destapó el caso Gurpegui. Según García, este médico acompañó al ciclista navarro en sus dos Tours finales en una furgoneta sin rotular que no constaba como vehículo reconocido por parte de la ronda gala. García corroboró su teoría sobre Indurain alegando que en el momento en que se detectó el epo el corredor se retiró.

Críticas a Odriozola

En referencia a José María Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo (RFEA), que se declaró una víctima de la trama, aseguró que «no se le puede escapar un escándalo de esta magnitud» y que es incomprensible la situación. Preguntado sobre si pensaba que el presidente de la RFEA cambiaría de opinión y decidiría finalmente dimitir, fue claro: «No. ¿Cuántas dimisiones reales se han producido en España en la última década?».