A Coruña se incorporó con éxito a las numerosas carreras de fin de año que se celebran en Galicia
LUGO CIUDAD
Más de ochocientos deportistas, cifra superior al tope de inscritos por el club organizador (Rialto), disfrutaron de la primera edición de la San Silvestre coruñesa. En un recorrido no exento de belleza ni de dificultades técnicas para los atletas, María Pita fue el epicentro de un evento pedestre que sobresalió por su carácter distendido y benéfico.
La satisfacción fue tal que una vez alcanzada la meta en la plaza ante la casa consistorial, los participantes reclamaban una segunda edición para el último día del año que ahora comienza.
No fue, sin embargo, la única cita atlética en Galicia en el día de Año Viejo. Además de la milla de Sarria y la Derradeira do Ano en Allariz, media docena de San Silvestres colmaron la demanda de los atletas gallegos. Lugo contó con una de las de mayor raigambre (decimosexta edición) y participación (algo menos de un millar de personas en la ciudad de las murallas).
Trescientos corredores tomaron la salida en la duodécima San Silvestre de Castrelo de Miño. Más o menos, la misma cifra que recorrió las calles de Ribadeo. Baio y Noia también gozaron de su última carrera del año, y Vigo volvió a organizar otra popular no competitiva que contó con numerosa participación.
La proliferación de pruebas atléticas para despedir el año de forma deportiva no ha restado afluencia a las que ya estaban consolidadas en el calendario.