Jornada positiva en los ríos dezanos, y pobre en capturas en las aguas estradenses; así podría resumirse el arranque de la temporada en Deza y Tabeirós, donde unos y otros coinciden en que la claridad de las aguas supuso un obstáculo a la hora de lograr piezas.
A pesar de la inestabilidad atmosférica, con el aire cambiante, y la temperatura demasiado baja de las aguas, los pescadores de los cotos de los ríos Asneiro y Arnego hacían un balance positivo del primer día de pesca. Los cupos de participantes se cubrieron, y algunos cañistas llenaron los cestos con las diez capturas. Desde la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín, que gestiona dichos tramos, se espera que la temporada vaya todavía a más, ya que la población de truchas está sana y se mantiene estable.
Inconformes en A Estrada
Muchos cañistas y poca trucha. Esas fueron las claves del primer día de pesca en los cotos de los ríos Liñares, Rubín, Vea y Codeseda, gestionados por la Sociedade Río Ulla. La claridad excesiva de las aguas, sumada a la influencia de la luna, dibujaron el peor escenario para el arranque de la temporada, señalaban desde la sociedad. Alcanzar el cupo de diez truchas se convirtió en misión imposible y por la tarde se conformaban ya con disfrutar del día.