Decenas de miles de aficionados esperaban en la plaza de Cibeles al equipo.
21 abr 2011 . Actualizado a las 22:04 h.Decenas de miles de aficionados madridistas dieron hoy la bienvenida a Madrid en la plaza de Cibeles a la Copa del Rey de fútbol conquistada por el club blanco en Valencia ante el Barcelona, al que ganaron por 1-0. Los seguidores madridistas, que llevaban 18 años sin saborear las mieles del triunfo en la competición copera, no quisieron dejar pasar la oportunidad de dar la bienvenida a la Copa conquistada por el club de sus amores ante su «eterno» rival. La llegada del preciado trofeo a la plaza fue un tanto accidentada, ya que cuando era mostrado a todos los asistentes por Sergio Ramos desde lo alto del autobús, a éste se le escapó de las manos y fue a parar al asfalto, donde fue «atropellado» por el autobús, lo que le provocó algunos daños.
Los jugadores del Real Madrid llegaron al madrileño aeropuerto de Barajas procedentes de Valencia sobre las tres de la madrugada del jueves. De ahí se trasladaron hasta el Santiago Bernabéu para abordar el autobús descubierto e iniciar su recorrido triunfal por el Paseo de la Castellana hasta la Plaza de Cibeles. Centenares de aficionados flanquearon el paso del vehículo que transportaba a los jugadores madridistas hasta la fuente de la diosa Cibeles, donde decenas de miles de seguidores del club blanco estallaron de júbilo cuando sus héroes llegaron hasta la plaza.
Cumpliendo con la tradición, los jugadores saludaron a los miles de aficionados desde una pasarela montada alrededor de la fuente, aunque fue el capitán del equipo, Iker Casillas, el único autorizado a subir a lo más alto de la escultura por colocar alrededor del cuello de la diosa una bandera de España con el escudo madridista, mientras por los altavoces sonaba el consabido «We are the champions» de Queen. A continuación, los jugadores volvieron al autobús para regresas al Santiago Bernabéu y retirarse a descansar, ya que el sábado deberán afrontar un nuevo compromiso del campeonato de Liga.
Copa nueva
«Desde las 05.30 horas de hoy el Real Madrid tiene en su poder una copa en perfectas condiciones para que la puedan disfrutar con sus aficionados», ha señalado en declaraciones a EFE-TV Federico Alegre, propietario de la joyería madrileña donde se fabrica la copa. Y es que siempre se viaja a la ciudad donde se juega una final de fútbol, en este caso Valencia, con otro trofeo, «medio escondido» y del que nadie tiene conocimiento, «para que pueda dar soluciones».
Según ha relatado Alegre, en el camino de regreso a Madrid desde el estadio de Mestalla venía oyendo la radio, cuando escuchó, sobre las 04.00 horas, que el trofeo había sufrido un accidente cuando al jugador Sergio Ramos desde lo alto del autobús se le cayó y fue a parar al asfalto, donde fue atropellado por el citado vehículo. Alegre pensó al principio que se trataba de una broma de los locutores, pero cuando constató que no era así, tomó la decisión de ir al estadio Santiago Bernabéu, ha contado el propio joyero, quien en ese momento se encontraba a 50 ó 60 kilómetros de la capital.
La Real Federación Española de Fútbol cuando llega un acto tan importante como éste intenta «tener todos los cabos bien sujetos» y uno de ellos es el trofeo; «y aquí hay un plan b», según Alegre. Este «plan b» consiste en hacer una réplica exacta del trofeo, porque «siempre hemos pensado que puede pasar algo». No obstante, este joyero, quien se ha definido como «muy precavido», ha admitido que, entre todo lo pensado, nunca se le había ocurrido que el incidente podía ser la caída de la copa desde un autobús.
Alegre, quien ha insistido en calificar el incidente de anécdota o pequeño accidente, ha detallado que la copa dañada aún está en el estadio del Real Madrid: «ya habrá tiempo de valorarla». «El problema ya está solucionado, que es lo que corría prisa, y lo demás hay tiempo de sobra hasta el año que viene para solucionarlo», ha constatado este joyero, cuya familia fabrica este trofeo desde 1940 (antes llamada la Copa del Generalísimo).