Gaffoor regresó al filial, Ortega está descartado y el club no contempla fichar
05 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El Celta corre el riesgo de competir un año más con una plantilla descompensada. Los movimientos realizados hasta la fecha han hecho todavía más evidente la fractura entre la línea más poblada, el centro del campo con siete jugadores en la actualidad, y la más desértica, la defensa, con únicamente tres centrales y otros tantos laterales. Seis jugadores para cuatro puestos.
Dos futbolistas por puesto dice el manual balompédico, pero hay muchos clubes previsores que apuestan hasta por cinco centrales para curarse en salud. El Celta no comparte la tesis y está dispuesto a pasarse todo el curso con un único central diestro, el reconvertido Jonathan Vila y dos zurdos, David Catalá y Andrés Túñez, que además puede ser llamado por la selección de Venezuela en cualquier momento. Catalá lo ve como un reto: «Los que estamos, estamos totalmente dispuestos para disputar todos los partidos de Liga, pero si hace falta o no eso ya es decisión del entrenador. Los que vayamos a estar, tenemos que trabajar a tope y concienciarnos de que tenemos que trabajar duro para estar ahí arriba».
Pese a lo precario de la situación, el club está convencido en darle salida a Ortega, que sigue sin contar para el entrenador, y Gaffoor el central del Celta B, ya ha regresado al segundo equipo después de tres semanas con Herrera. Oficialmente es para que Fonsi Valverde, el nuevo técnico del Segunda B, le conozca. Tanto Sergio como Maikel son diestros, y su descarte significa que Vila es el único central derecho que le queda al entrenador extremeño, que ha repetido miles de veces que no quiere que coincidan en el once dos diestros o dos zurdos.
En base a esta máxima, tan solo habrá competencia en el central zurdo con Catalá y Túñez como protagonistas. La temporada el santiagués jugó el primer partido, pero después el barcelonés se tiró 35 semanas como titular. Ahora admite que puede ser un poco más difícil: «Puede ser porque Túñez está haciendo un trabajo muy bueno y el año pasado terminó jugando algunos partidos. Habrá competencia, los dos lucharemos por un puesto y será el entrenador quien deba decidir». Como solución de emergencia, Herrera probó el martes con López Garai, pero el futuro del vizcaíno continúa en el aire.
Igual situación
La misma situación se da en los laterales, con el agravante que ya existía el curso pasado y no ha sido corregida. Hugo Mallo y Roberto Lago están llamados a la titularidad y Oier Sanjurjo, un diestro, tendrá que apañárselas para cubrir todos los huecos. Al futbolista cedido por Osasuna le espera un curso parecido al vivido por Ander Murillo hasta junio, con la única diferencia de que el donostiarra fue fichado como central y apenas jugó en semejante demarcación. Diego Simón podría ser el cuarto en discordia.