El Compostela se levantó y anda

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

Tras la liquidación de la sociedad, el club recuperó la marca y es líder invicto en Preferente

20 oct 2011 . Actualizado a las 18:47 h.

«El Compos renacerá de sus cenizas como el gato Félix». La cita se le atribuye a Caneda, si bien este periodista puede asegurar no habérsela escuchado en ninguna ocasión. Le corresponda o no la paternidad, hubiese dado en el clavo, porque el club santiagués tiene las vidas del felino y ha ido más allá que el ave fénix. Porque atrás queda un proceso concursal que devino en la extinción de la sociedad anónima deportiva. Sin embargo, ni se llevó por delante la identidad ni la marca S. D. Compostela.

No había ni cenizas, pero ahí sigue la entidad, empeñada en recuperar tiempos más gloriosos, con el mismo escudo y la misma camiseta. No es el primer milagro de la resurrección, porque en el año 86 una gestora evitó que desapareciese. A finales de esa década, cuando Fernando Santos ya se había comprometido para el banquillo, se entretuvo contando los espectadores en un partido de Copa: había 189 en Santa Isabel. Y llegaron a ser 14.000 en Primera. Volver a esa cima no será fácil, pero el club ha iniciado la escalada, sin prisas. De momento, el equipo es líder del grupo norte de Preferente con un balance de siete triunfos y un empate.

Nueva directiva

La irrupción de Quinteiro. Hay un nombre propio sin el cual sería impensable el cambio. Antonio Quinteiro consiguió lo que otros no pudieron: descabalgar a Caneda de la presidencia. Le compró la marca SD Compostela y desde entonces el controvertido dirigente blanquiazul salió de la escena. Quinteiro conformó una directiva sólida y puso el dinero para afrontar deudas pendientes con exjugadores, poder recuperar el nombre de siempre y desprenderse del de Campus Stellae que estuvo vigente la pasada campaña.

Afición

Más de 1.300 socios. La nueva directiva lo tuvo claro desde un principio. Lo resumió el vicepresidente, Héctor Pardo, en una sola frase: «El Compos llegará donde la ciudad quiera que llegue». Y apostó por una política de precios asequibles: cincuenta euros el carné de socio, válido para dos personas. Son ya más de 1.300 los abonados que han pasado por caja. Y el domingo, en el derbi frente al Grixoa, había más de dos millares de espectadores en la grada de tribuna, más que en la mayoría de los partidos de la última singladura en la Segunda B. La asistencia ha ido aumentando paulatinamente con el paso de las jornadas.

Estructura

Como un club profesional. El equipo milita en Preferente, pero la estructura es la de un club profesional: servicio médico, fisioterapeuta, página web, gabinete de comunicación... Y todo funciona. Las infraestructuras son un lujo para la categoría, con el estadio Multiusos de San Lázaro y el campo de entrenamiento anexo, de hierba natural. Y a todo ello se le suma la estabilidad y la paz social que parece haber encontrado la entidad.

Equipo

Una plantilla con oficio y experiencia. El Compostela se puso manos a la obra en verano para conformar un plantel competitivo. Echó las redes sobre jugadores que acreditaban oficio y experiencia, la mayoría con amplio recorrido en categorías superiores. Y empezó por un referente para la afición, Manuel Castiñeiras, un defensa central forjado en la cantera azul y blanca que llegó a jugar en Segunda División y que la pasada campaña peleó por el ascenso a Segunda B en las filas del Cerceda. También ha incorporado a su estructura un equipo femenino, que milita en Segunda División.