Pese al cambio de filosofía, el equipo sigue sin arrancar en Segunda B
26 oct 2011 . Actualizado a las 11:54 h.«¿Qué nos está pasando?». Esa es la pregunta que retumba en los vestuarios de Elviña desde el mes de agosto. El mismo grupo de jugadores y los mismos técnicos que en su día sorprendieron al fútbol español por su juego y sus resultados, ahora no levantan cabeza. Una victoria en diez partidos, en puestos de descenso, y con una ansiedad que no consiguen sacarse de encima.
Futbolistas, entrenador y presidente han coincidido en recetar grandes dosis de paciencia para salir de esta situación. Así la han declarado en diversas entrevistas publicadas en las últimas semanas en La Voz. Sin embargo, el equipo deja ver carencias que urge corregir.
Sin patrón de juego
Del fútbol combinativo al contragolpe como único recurso.
En las dos primeras temporadas de José Ramón González como entrenador del Montañeros, el equipo rozó la perfección en lo relacionado con el trato del balón. Los pelotazos estaban prohibidos, y el toque era el único recurso válido desde la defensa al ataque.
Esta temporada, pudiendo trabajar desde julio, la idea era regresar a esos orígenes. Sin embargo, el equipo comenzó mal, cometía demasiados errores con la posesión y se procedió al cambio de sistema. Pasó a jugarse más abrigados atrás, al contragolpe, pero los resultados tampoco llegan así.
Errores defensivos
La mala salida del balón ha dado muchos goles a los rivales.
Es la misma defensa que hace dos años: Ángel Luis, Capi, Pablo López y Dopico. La única variante es la entrada en algunos partidos de Raúl Lozano por los problemas físicos de Pablo López. Sin embargo, la defensa se está mostrando muy insegura.
Errores atrás que siempre cuestan muy caro. El pasado domingo, sin ir más lejos, el primer gol del Leganés llegó tras una pérdida de balón cerca de la frontal del área coruñesa. Fallos imperdonables.
Sin referente
Dos años sin Julen de Souza.
Este Montañeros es prácticamente el mismo que el de hace dos años salvo una pieza: Julen de Souza, actual jugador del Cartagena. El equipo aún no ha sido capaz de cubrir su ausencia. Era el pivote de referencia. El timón del equipo. Desde que abandonó el barco en el verano del 2009, han jugado muchos mediocentros (Moisés Pereiro, Gonzalo, Mouriño, Tetteh, Adrián Cruz...), pero ninguna consigue aportar lo ofrecido por el franco-portugués.
Sin balas en la recámara
Solo dos delanteros en nómina.
El domingo, ante el Leganés, el Montañeros perdía en la segunda mitad por 1-2. José Ramón miraba hacia el banquillo y solo tenía mediocentros (Adrián Cruz y el canterano Eiroa) o interiores (Otero y Óscar Martínez). Solo tiene dos delanteros en la plantilla (Quique Cubas y Rubén Rivera), que están rindiendo bien, pero quizás se eche en falta otra bala en la recámara.
Lesiones importantes
Las bajas de Iago Iglesias y Herbert, dos grandes lastres.
Las lesiones tampoco han respetado al equipo en el arranque de la Liga. En las últimas semanas, el Montañeros ha tenido que sobrevivir ante la ausencia de sus dos jugadores más talentosos. Herbert sufrió un esguince de tobillo durante un entrenamiento e Iago Iglesias otro de rodilla en Tenerife. Además, antes de esta lesión, el mediapunta de O Birloque estaba intentando regatear el quirófano con un tratamiento conservador porque tiene el menisco roto.
Falta de apoyo
Demasiadas butacas vacías en el campo de Elviña.
En estos difíciles momentos deportivos en los que no llegan los resultados, el Montañeros está echando más en falta que nunca el calor de su público. En su último partido disputado como local, apenas 250 meritorios aficionados presenciaron el encuentro. Solo en contadas ocasiones, con rivales llamativos como el Real Madrid Castilla, la entrada puede rozar los mil. Y el equipo necesita apoyo.