Los trabajadores de la Fundación Semana Verde han reiterado sus críticas sobre la gestión ferial tanto hacia la Xunta como hacia el propio presidente, Xosé Maril. «Resulta evidente que o Padroado (léase Xunta de Galicia) non ten o máis mínimo interese por poñer a funcionar esta Fundación. Segue deixando pasar o tempo para non ter que tomar decisións incómodas e asumir responsabilidades non desexadas», aseguran en un comunicado los delegados sindicales.
Los operarios también muestran incredulidad sobre el «famoso plan de viabilidade/estratéxico». Recuerdan que en el año 1997 la empresa Deloitte&Touche cobró 60.000 euros por un plan semejante que nunca llegó a aplicar. Indica que por el medio, entre los años 2003 y 2004, se incorporó una remesa de mandos intermedios a través de una empresa externa que «duraron ata que tentaron poñer en práctica as súas ideas» y entonces se prescindió de sus ideas. Inciden en que «se se chega a elaborar este plan», no costará menos de 80.000 euros.
Para los trabajadores, el hecho de que el presidente ferial manifestase en el Patronato que con este importe no podrá ser asumido en solitario por la Fundación ferial, con la liquidez y tesorería actual, contrasta con las manifestaciones del presidente ferial, Xosé Maril, en diciembre hablando de un superávit. «Preguntámonos entón outra vez por ese famoso millón de euros de superávit e pola seguridade demostrada en decembro de que a Fundación non corría ningún perigo de peche nin en tres meses nin en ningún outro prazo».
Los representantes sindicales hacen también un repaso por el «culebrón» del plan de viabilidad cuya contratación se llevó a la reciente reunión del Patronato. Recuerdan que se comenzó a hablar de él en el año 2006, cuando fue anunciado por el conselleiro José Luis Méndez Romeu durante su primera visita al recinto ferial. Desde entonces, indican, que son múltiples las veces que se habló de él hasta el pasado 4 de marzo en la que se acordó entablar las conversaciones con las dos empresas propuestas para la elaboración.
Dispersión ferial
Por otra parte, los trabajadores sostienen que el recinto Feira Internacional de Galicia debería funcionar en consonancia con su nombre que «llo puxeron os políticos». Inciden en acusar éstos, «tanto aos de antes como os de agora» de moverse únicamente por «intereses partidistas». Indican que reflejo de ello es la política ferial gallega, que consideran una «política de recintos non existen unha política de organización de feiras». Estas críticas se suman a las vertidas de diciembre. En otro escrito, los operarios feriales también apuntaban tanto al presidente Maril como a la Xunta como responsables de la situación.