Si algo parece caracterizar al Balonmán Buda Lalín de esta temporada es la capacidad de sufrimiento y entrega; dos cualidades que sobresalieron tanto en el partido ante el Puerto Cruz como ayer en Avilés. Los pupilos de Javier Barrios ganaron en su primer enfrentamiento como visitantes a un Toscaf Avilesina que se lo puso complicado y que hizo sufrir a los rojinegros hasta el último segundo. La victoria, al igual que ante los tinerfeños, se decidió por un solo gol.
El Avilesina- Buda se dibujó como un partido de alternativas en el que los dezanos firmaron un inicio aceptable que los llevó a adelantarse en el marcador, pero a medida que transcurrían los minutos rojinegros tuvieron lagunas que el Avilesina aprovechó para igualar el marcador.
Tras la reanudación los locales salieron más centrados y fueron a más, llegando a obtener ventajas amplias que presagiaban la derrota local. Los errores de la defensa 5:1 del Buda ayudaron a los de Avilés, a los que se les atragantó sobre manera la defensa 4:2 que Barrios ideó para el último cuarto de hora del encuentro, y que resultó determinante, pues el Buda paró los pies a su rival, recuperó balones y consiguió convertir en goles sus ataques.
Tras el partido Barrios señalaba que el encuentro había sido «descontrolado», y ambos equipos se habían aprovechado de los «desaciertos» del contrario. El técnico del Buda subrayó la actitud luchadora y entregada de la plantilla, «tanto de los que estaban sobre la cancha, como de los que estaban en el banquillo».