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Las obras del AVE en Castro propiciaron el hallazgo de restos arqueológicos

La Voz

DEZA

06 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La existencia de dos castros en la zona de afección de las obras del corredor ferroviario de alta velocidad en Bendoiro (Lalín) motivó un reajuste en el proyecto técnico, para minimizar el impacto sobre los yacimientos arqueológicos, y una serie de excavaciones en la zona afectada por el paso del AVE. Unos trabajos que depararon importantes descubrimientos sobre la relevancia de estos asentamientos, con la aparición de estructuras de la Edad de Hierro en el Castriño de Bendoiro, a las que inicialmente se le atribuye una función funeraria. Si se confirman las teorías iniciales de los arqueólogos supondría el hallazgo de las primeras tumbas de esta época en Galicia.

Desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se ofrecía ayer un balance de esas excavaciones arqueológicas en colaboración con la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta. Se cifraba en 20.600 metros cuadrados la zona donde se llevaron a cabo estos trabajos. Unas labores que propiciaron el descubrimiento de que el Castriño y el Castro de Bendoiro estaban unidos por una extensa red de estructuras delimitadoras y defensivas. Entre ellos se alude en el comunicado del Adif a fosos y zanjas de drenaje que enlazan ambos asentamientos, «y que probablemente se usaba como espacio de uso común». Por otra parte se destaca que en la zona de acceso al yacimiento se ha encontrado un foso con restos de un puente superior de entrada al Castriño de Bendoiro, además de los enterramientos ya citados y que pueden aportar nuevas revelaciones históricas.

Existencia de una herrería

Otros hallazgos aluden al tipo de construcciones que se habitaban y a la existencia de una herrería o zona dedicada a la explotación o manipulación de metales. También destacó la existencia de una estructura elíptica en el parapeto meridional del enclave, «lo que representa una novedad sobre la concepción de este tipo de asentamientos», según recoge el Adif.

La riqueza del yacimiento también se constató por la aparición de gran número de restos materiales, entre ellos los de tipo cerámico, así como piezas líticas, restos de tapial, huesos y carbones, así como objetos de bronce y hierro. Entre esas piezas destaca una moneda identificada como una acuñación de la Caetra, datada hacia los años 23-25 antes de Cristo.