El Balonmán Buda Lalín se reencontró ayer con la victoria. El equipo dezano se impuso 28-25 al Calvo Xiria en un encuentro de necesidades que se decantó a favor de un Lalín que fue por delante de principio a fin y que supo enfrentar mejor sus miedos. A pesar de que las ventajas de los lalinenses nunca fueron inferiores a tres goles, la victoria de los hombres de Javier Barrios se tuvo que pelear hasta el final.
Las pérdidas de balón en algunas rachas del choque, los travesaños de la portería y el portero del Xiria se conjuraron en contra de los dezanos, que padecieron momentos de precipitación durante el partido que les condenaron a repetir errores. Y es que en la segunda mitad, el Lalín, con el marcador a su favor, no logró irse en el luminoso, y el Xiria aprovechó eso para intentar meterse en el partido y no bajar los brazos nunca. Mientras los de Barrios tenían que pelear y apurar al máximo sus acciones ofensivas, el conjunto de Carballo colaba balones en la meta de Pablo con la suficiente rapidez como para desesperar a los locales. Además, los de Marcos Rodríguez firmaron varios de sus tantos en balones que quedaban perdidos tras los rechaces de Pablo bajo los palos. Sin embargo, el Lalín, consciente de lo ocurrido en encuentros anteriores, intentó mantener la calma y solventar las situaciones.
A pesar de que el Buda no brilló, peleó lo suficiente para hacerse con una victoria importante de cara a afianzar su confianza y sumar dos puntos que lo alejan más de los últimos puestos de la tabla clasificatoria. En ese sentido se pronunciaba Javier Barrios, que se mostraba satisfecho: «el partido sirvió para sumar dos puntos y sobre todo para reavivar la confianza del equipo». El técnico destacó que sus pupilos dan pasos consistentes y añadió que el triunfo se basó en «el juego en equipo y la confianza». El entrenador hizo otro llamamiento a la afición.