El Balonmán Lalín perdió ayer su partido de Liga ante el Xiria por 26-28. El equipo rojinegro, que en el minuto veinte ya ganaba de seis a los de Carballo, tiró el partido al dejarse llevar por las decisiones arbitrales, y no centrarse en su juego. El partido comenzó con los rojinegros defendiendo bien y metidos en el encuentro. A pesar de que perdían algún balón, los de Alberto Miguélez fueron cogiendo margen respecto al Xiria, y en el minuto 19 Roberto Granja ya anotaba el 11-6. Marcos Rodríguez decidió pedir un tiempo muerto para cortar la sangría de goles de su equipo, y las consignas surtieron efecto. El BM Lalín se enredó con las decisiones de los colegiados, encontrándose con tres exclusiones seguidas y más que protestadas. El Xiria, que en ningún momento bajó los brazos, aprovechó que los rojinegros se descentraban y aflojaban la defensa para recortar diferencias, hasta irse al descanso con 15-13, y después de que Miguélez solicitase ya un receso.
Tras el descanso, el partido siguió los derroteros del final del primer tiempo. El BM Lalín estrelló dos de su contraataques contra el palo, y el Xiria aprovechó para igualar marcadores a los cinco minutos. Lejos de centrarse y mantener la calma, el Lalín se enredó más y más en el juego visitante y en las arbitrarias decisiones de los colegiados. Los de Carballo, con el marcador a favor, se fueron arriba, y comenzaron a tirar del partido frente a un Lalín que iba a rebufo y desnortado. La actuación arbitral continuaba cobrando protagonismo con decisiones medidas por distinto rasero, y que conllevaron incluso que subiera al marcador un gol fantasma de Josiño, con el que la pareja arbitral intentaba compensar decisiones anteriores. Todavía quedaba por llegar la descalificación de Pincho, o exclusiones para Martín o Canario que los locales protestaron al considerar que no se pitaba de la misma manera al rival. Mientras, el Xiria parecía encontrarse como pez en el agua, y se crecía por momentos en un partido deslavazado y con constantes parones.
La entrada de Martín en la recta final del encuentro parecía aportar al Lalín la dosis de tranquilidad que necesitaba, y los rojinegros, tras ir perdiendo de dos, llegaron a igualar hasta en tres ocasiones. Sin embargo, el flojo balance defensivo, sumado a pérdidas de balones puntuales y a los numerosos balones que estrellaron contra los palos, frustraron cualquier recuperación rojinegra, que cedía ante los de Carballo su cuarta derrota de la temporada. Por si el resultado no fuese suficiente, el equipo estaba pendiente de Bruno, que tuvo que retirarse al sufrir lo que a primera vista parece un fuerte esguince.
Valoración
Tras el encuentro, el segundo técnico local, David Carbón, resumía lo ocurrido afirmando que «non estivemos no partido, empezamos ben, pero tras as primeiras exclusións fómonos do partido tanto os xogadores como os técnicos».