Ni el Balonmán Lalín ni la Avilesina se jugaban nada ayer en el Municipal dezano, y esa no urgencia de puntos se notó sobre la pista. El reparto de puntos con el que concluyó el encuentro hacía justicia a 60 minutos en los que faltaron ganas e intensidad, y abundaron las pérdidas de balón. Los pupilos de Alberto Miguélez acusaron la disputa del partido con el Novás del viernes, y no consiguieron imprimir al choque la fuerza y ganas requeridas.
La Avilesina, más fresca que el BM Lalín, comenzó el partido con ganas de victoria y adelantándose en el luminoso. Los rojinegros fueron los diez primeros minutos de partido a remolque de un Cafés Toscaf que tenía más intención que acierto, ya que la pérdida de balones lastró a los asturianos, y también a los locales, durante los 60 minutos. A pesar de no firmar un buen juego, el Lalín dio la vuelta al marcador, pero sin abrir brecha a pesar de disponer de varias superioridades. Al descanso se llegó 13-12.
Con la reanudación, la Avilesina forzó máquinas y se adelantó en el luminoso, dejando a los dezanos a remolque buena parte de la segunda mitad. Los locales no conseguían coger el hilo del partido, y aunque en defensa iban tirando, en ataque desperdiciaban balones y ocasiones a partes iguales. Rondando el minuto 17, la Avilesina se puso 20-23, y Alberto optó por pedir un tiempo muerto para intentar despertar a sus pupilos. Los dezanos se centraron más, y fueron recortando marcadores, hasta que en el minuto 23 un golazo de Sergio igualaba el luminoso. El BM Lalín se puso por delante, pero la Avilesina consiguió recortar. En los últimos instantes del partido, con el marcador igualado, Pincho erró un penalti y Sergio un lanzamiento que podrían haber dado el triunfo a los dezanos. Al final, reparto de puntos para un partido falto de intensidad.
A la hora de valorar el encuentro, Alberto destacaba que «Estivemos pesados e faltos de ritmo» ante un rival que «facía tamén un xogo cansino». Para el entrenador rojinegro, la falta de concentración con la que salió su equipo al partido lo marcó en los minutos iniciales para luego dar paso a «moitos erros cando parecía que xa colleramos o ritmo». Al margen de los errores en ataque, Alberto Miguélez destacaba que «o que máis me preocupou foi que houbo momentos nos que non se xogou colectivamente en ataque; en defensa había certa actitude, pero xogar individualmente foi o peor», señaló el entrenador.